sábado, 28 de junio de 2025

con un gesto








con un gesto detengo los tres perros


alevinos pausan a la luz


enramado de sombras el estanque
















de la 'suite serrana' 

(inédito)

Ricardo Messina

miércoles, 25 de junio de 2025

almizcle puro

 





   Y Salomón enarenó él mismo la hoja con oro en polvo, y la dobló.

   Luego dijo: «¿Dónde está el Genni del Tesoro?»

   Y el Genni en cuestión acudió, diciendo: «Estoy aquí, entre tus manos. Ordena y obedezco.»

   Y Salomón se volvió hacia este Genni y dijo: «Oh Guardián del Tesoro, tráeme un grano de almizcle puro y áloe oloroso.»

   Y, en el instante más próximo, esta orden se convirtió en realidad. 

   Y Salomón tomó su temible sello talismánico, dueño de todos los seres que andan, que vuelan o que nadan. Y, con el dedo testificador de su mano izquierda, selló, con el sello, la hoja de palmera con una mezcla de almizcle puro y áloe oloroso.


*


   Entonces llamó él mismo a la Abubilla, con una llamada, diciendo: «¡Oh Hud-Hud!»

   Y la Abubilla Yafur desprendió de sus labios el sello del silencio y dijo: «¡Oh mi Señor!»

   Y Salomón, satisfecho de su obra escrita, sonrió.

   Y tendió al Pájaro mágico la hoja sellada y dijo: «Toma esta carta ilustre. Y que, sin demora, toque lo que debe tocar.»

   Y la Abubilla tomó de las manos de su señor la carta sellada con el sello temible constituido por seis líneas iguales que se cortaban en seis segmentos iguales, formando seis ángulos con las puntas dirigidas hacia lo invisible, y en los que seis nombres terribles estaban inscritos en caracteres siríacos, mientras que un séptimo nombre estaba en el centro y no podía ser descifrado más que por las gentes del Más Allá.

   Y besó la carta y se tocó la frente con ella. Luego se la sujetó al cuello y partió, centella entre centellas, en sus alas y la ebriedad del aire. 









de "La Reina de Saba" (fragmento)

trad. J..-C. Mardrus

versión Esteve Serra

ed. José J. de Olañeta (1992) 

domingo, 22 de junio de 2025

dulce como la miel

 





"(...) Desde allí, dañosos vientos lleváronme nueve días por el ponto, abundante en peces, y al décimo arribamos a la tierra de los lotófagos, que se alimentan con un florido manjar. Saltamos a tierra, hicimos aguada y pronto los compañeros empezaron a comer junto a las veleras naves. Y después que hubimos gustado los alimentos y la bebida, envíe algunos compañeros –dos varones a quienes escogí e hice acompañar por un tercero, que fue un heraldo– para que averiguaran cuáles hombres comían el pan en aquella tierra. Fuéronse pronto y juntáronse con los lotófagos, que no tramaron ciertamente la perdición de nuestros amigos, pero les dieron a comer loto, y cuantos probaron este fruto, dulce como la miel, ya no querían llevar noticias ni volverse; antes deseaban permanecer con los lotófagos, comiendo loto, sin acordarse de volver a la patria. Mas yo los llevé por fuerza a las cóncavas naves y, aunque lloraban, los arrastré e hice atar debajo de los bancos. Y mandé que los restantes fieles compañeros entrasen luego en las veloces embarcaciones, no fuera que alguno comiese loto y no pensara en la vuelta. Hiciéronlo enseguida y, sentándose por orden en los bancos, comenzaron a batir con los remos el espumoso mar."







de 'Rapsodia IX' (fragmento)

en "Odisea"

Homero

trad. Luis Segalá y Estalella

ed. Espasa Calpe (1989)

jueves, 12 de junio de 2025

percibido

 




(...) La luz: qué es, 

cómo se mueve

y cómo es percibida.

Por un lado, como rayo,

es

un impulso energético

que conecta 

una fuente puntiforme

con el ojo del destinatario,

a través de lo que podría ser

un vacío inmenso de espacio;

por otro lado, como haz,

es

una afectación

de la percepción visual,

una explosión

que se enardece

tanto

a los ojos del observador

como en el mundo

observado.

Porque

en el momento

que es percibido,

el ojo y el cosmos se unifican.







de 'Oscuridad total y lumbre' (fragmento)

en "Correspondencias"

Tim Ingold

trad. Xavier Gaillard Pla

ed. Gedisa (2022)


versión: RM




domingo, 1 de junio de 2025

con los niños (sonora XXXVII)

 




Cuando llegaba a una ciudad judía, rabí David de Lelov se complacía en reunir a todos los chicos. Les daba a cada uno un pequeño silbato y luego los embarcaba a todos en el gran faetón que utilizaba para sus desplazamientos. Así iba por las calles con los niños turbulentos y maravillados, que silbaban desatinadamente. Entonces el rostro del rabí de alegraba con una risa inextinguible.













'con los niños'

en "Cuentos Jasídicos - Los maestros continúadores II"

Martin Buber

trad. Salomón Merener

ed. Paidós (1983)