miércoles, 3 de junio de 2015

las preguntas del lago









   Yudishsthira fue el último en llegar. A la vista de los cuerpos de sus hermanos, sintió que su corazón le abandonaba. No comprendía que fuerza invisible los había matado. Y entonces una sed feroz le acosó. Llevó las dos manos a su garganta, y cayó de rodillas a la orilla del agua. 
   –Responde primero a mis preguntas –dijo la voz–. Después te dejaré beber.
   –¿Quién eres tú? –preguntó–. No te veo. ¿Estás en el aire? ¿Estás en el agua?
   –No soy ni un pez ni un pájaro. He abatido a tus hermanos porque quisieron beber sin responderme.
   Yudishsthira se levantó. Al precio de un inmenso esfuerzo de su espíritu, venció su sed.
   La voz que salía del lago le hizo largas series de preguntas. Estas son algunas de ellas, y las respuestas que él dio:

   –¿Qué es más rápido que el viento?
   –El pensamiento.
   –¿Qué es lo que puede cubrir toda la Tierra?
   – La oscuridad.
   –¿Qué es más numeroso que la hierba?
   –Los pensamientos que aparecen en la mente.
   –¿Puedes decirme qué enemigo es invencible?
   –La ira.
   –¿Qué enfermedad es incurable?
   –La codicia es una enfermedad incurable.
   –¿Qué es la vagancia?
   –La vagancia es no ejecutar los propios deberes.
   –¿Quiénes son más numerosos, los vivos o los muertos?
   –Los vivos, porque los muertos ya no son.
   –Dame un ejemplo de espacio.
   –Mis dos manos juntas.
   –Un ejemplo de dolor.
   –La ignorancia.
   –Un ejemplo de derrota.
   –La victoria.
   –¿Cuál es el animal más astuto?
   –Aquel que el hombre todavía no ha conseguido conocer.
   –¿Qué apareció primero, el día o la noche?
   –El día, pero solo precedió a la noche por un día.
   –¿Cuál es la causa del mundo?
   –El amor.
   –¿Cuál es tu contrario?
   –Yo mismo.
   –¿Qué es la locura?
   –Un camino olvidado.
   –¿Y qué es lo más asombroso?
   –Cada día la muerte golpea a nuestro alrededor, y aún así, quienes quedamos vivimos como si fuésemos eternos. ¿Puede haber algo más asombroso que esto?












Vyasa (3er milenio a. C.)
fragmento del "Mahabharata" 
versión de Ricardo Messina
sobre las traducciones de:
Rafael Lassaletta / ed. Edaf (1990)
Julio Pardilla / ed. Edicomunicación (1997)



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