(...) Comienza con la primera esfera en que estamos inmersos, con la «clausura en la madre». Pertenece al drama de la vida el que siempre haya que abandonar espacios animados, en los que uno está inmerso, sin saber si se va a encontrar en los nuevos un recambio habitable. El primer traslado, el primer acto del drama, pues, sucede con el nacimiento. ¿Dónde venimos cuando venimos «al mundo»?
(...) El modo de afrontar el mundo fuera del seno materno viene determinado de manera difícilmente analizable por los restos de memoria prenatales. Todos hemos habitado en el seno materno un continente desaparecido, una «íntima Atlántida» que se sumergió con el nacimiento, no en el espacio, desde luego, sino en el tiempo, por eso se necesita una arqueología de los niveles emocionales profundos.
Rüdiger Safranski
del prólogo a "Esferas I"
de Peter Sloterdijk
trad. Isidoro Reguera
ed. Siruela (2014)
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