El intercambio de nuevos venenos y ebriedades (...) carece de fechas fijas gracias a las cuales una coronación o una batalla decisiva se graban en la memoria. Permanece en la oscuridad y en la maraña de raíces. Podemos adivinar los antecedentes, pero no medir el alcance ni penetrar en su profundidad.
Cuando en 1519 Cortés desembarcó en México, fue un acontecimiento que para los europeos se encuadraba en el orden del mundo histórico, mientras que para los aztecas pertenecía al mundo mágico. En México el sueño es aún más potente que la conciencia despierta, el presagio es más concluyente que el verbo. En tales contactos, las imágenes se intercambian como en un juego especular, que se comprende ora como gracia, ora como culpa y expiación. (...) Bajo la superficie gérmenes, imágenes y sueños se dan y reciben en un intercambio que aniquila a unas razas y fructifica a otras, pero cuya actividad se sustrae a la descripción y datación exactas.
Ernst Jünger (1895-1998)
de 'Drogas y ebriedad' (fragmento)
en "Acercamientos"
trad. Enrique Ocaña
ed. Tusquets (2008)
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