Amphisbaena (anfesibena/anfisbena): Serpiente fabulosa de dos cabezas, citada por muchos autores antiguos y medievales. Las dos cabezas se encuentran situadas en los dos extremos del cuerpo, y hacen que el animal sea capaz de moverse con igual facilidad en las dos direcciones opuestas. Además, los ojos de la Amphisbaena –que evidentemente son cuatro–, son luminosos como luciérnagas, por lo que pueden alumbrar el camino del animal durante la noche. Según la apócrifa Epístola del Preste Juan, también tenía cuernos retorcidos de carnero, lo que la acercaría a uno de los monstruos más frecuentes y anónimos de la mitología céltica, la serpiente criocéfala, o de cabeza de carnero.
Según Plinio el Viejo, las dos cabezas del animal eran necesarias para poder dar salida a la sobreabundante cantidad de veneno que generaba esta serpiente. De todos modos, este aspecto nocivo se contradice con el valor terapéutico que otros autores (incluso el propio Plinio) le reconocían a la Amphisbaena, aparte del hecho de que se decía que incluso la piel de sus mudas era una protección eficaz contra los demás reptiles.
en "Diccionario ilustrado de los monstruos"
Massimo Izzi
trad. Marcel-lí Salat y Borja Folch
ed. José J. de Olañeta (1996)
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