El que medita se asemeja al cazador que está al acecho: la pieza sale de la espesura a la luz. La naturaleza y la materia comienzan a responder. Según Baudelaire, la constancia es una cualidad del autor; cuanto más tiempo haya estado posado el ojo sobre un objeto, tanto mayor será la parte de su secreto que entregará éste. La magia se mueve en un nivel inferior porque perturba la intuición con intenciones.
Ernst Jünger
en "El autor y la escritura"
trad. Ramón Alcalde
ed. Gedisa (1987)
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