El buen Jesús, pronunciando
su melancólica locura,
se irguió en el bote
y el mar se calmó,
arrepentido hecho una seda.
Así que todos se salvaron
esa noche.
Pero sabes cómo es
cuando algo
diferente cruza
el umbral– los tíos
murmuran entre ellos,
las mujeres se alejan,
el hermano joven empieza
a afilar su cuchillo.
Nadie sabe lo que es el alma.
Va y viene como el viento sobre las aguas–
a veces, durante días,
ni pensás en eso.
Tal vez, después del sermón,
luego que la multitud fue alimentada,
uno o dos de ellos sintieron
al alma desatarse
como un temblor de pura luz solar,
antes que el cansancio,
que quiere devorarlo todo,
aferrase su huesos y los dejara
miserables y adormilados,
como están ahora, olvidando
las velas rasgadas por el viento
antes que él se levantase y le hablara–
tierno y luminoso y exigente
como siempre lo hacía–
mil veces más aterrador
que el mar mortal.
'Maybe'
Mary Oliver
en "New and selected poems - Volume One"
ed. Beacon Press (1992)
Versión: RM
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