domingo, 3 de enero de 2016

lenguaje





   Así sucede con los instrumentos de música inanimados, tales como la flauta o la cítara. Si no dan distintamente los sonidos, ¿cómo se conocerá lo que toca la flauta o la cítara? Y si la trompeta no da sino un sonido confuso, ¿quién se preparará para la batalla? Así también vosotros: si al hablar no pronunciáis palabras inteligibles, ¿cómo se entenderá lo que decís? Es como si hablarais al viento. Hay en el mundo no sé cuántas variedades de lenguas, y nada hay sin lenguaje. Mas si yo desconozco el valor del lenguaje, seré un bárbaro para el que me habla; y el que me habla, un bárbaro para mí.















Pablo
Primera Epístola a los Corintios. 14, 7.
Biblia de Jerusalén
ed. Desclee de Brouwer (1984)

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