El sacrificio es un viaje, conectado a una destrucción. Viaje de un lugar visible a otro invisible, ida y vuelta. El punto de partida puede estar en cualquier parte. Incluso el punto de llegada, con tal de que esté habitado por lo divino: un ser animado o inanimado. Pero siempre considerado un ser vivo: animal o planta, o también un líquido que es vertido o una sustancia comestible o un objeto (un anillo o una piedra preciosa, o tal vez algo sin valor excepto para el sacrificante).
de 'La visión sacrificial' (fragmento)
en "El ardor"
Roberto Calasso
trad. Edgardo Dobry
ed. Anagrama (2016)
fotografía: Reynaldo Jimenez
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