¿Cuál es el motivo de tan increíble excitación, y de ese profundo recogimiento? ¿Qué anuncia ese bullicio que aturde los sentidos?
(...) Bullen cercanas y ensordecedoras fuentes que manan de la tierra. Las rocas se abren y fluyen los riachuelos. Todo lo cerrado se abre. Lo ajeno y lo hostil conviven en sorprendente armonía. Las normas ancestrales pierden de pronto su razón de ser, e incluso las medidas de espacio y tiempo pierden validez.
«El suelo está anegado de leche, que mana, de vino, de néctar de abejas, y en el aire vibra una brisa como de incienso sirio.»
de "Dionisio - Mito y culto"
Walter F. Otto
trad. Cristina García Ohlrich
ed. Siruela (1997)
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