"He aquí la historia. Es una historia de examen, de bachillerato, si les parece. Hay un candidato y un examinador.
–Hábleme, dice el examinador, de la batalla de Marengo.
El candidato se detiene un instante, con aire soñador –¿La batalla de Marengo...? ¡Muertos! Es horroroso... ¡Heridos! Qué espanto...
–Pero, dice el examinador, ¿no podría decirme sobre esta batalla algo más concreto?
El candidato reflexiona un momento y luego responde –Un caballo levantado sobre las patas traseras, relinchando.
El examinador, sorprendido, quiere sondearlo un poco más y le dice –Caballero, en este caso, ¿Quiere hablarme de la batalla de Fontenoy?
–¿La batalla de Fontenoy?... ¡Muertos! Por todas partes... !Heridos! Muchísimos, un horror...
El examinador, interesado, dice –Pero oiga, ¿podría darme alguna indicación más concreta sobre esta batalla de Fontenay?
–¡Eh!, dice el candidato, un caballo levantado sobre las patas traseras, relinchando.
El examinador, para maniobrar, le pide al candidato que le hable de la batalla de Trafalgar. Éste responde –¡Muertos! Un montón de cadáveres... !Heridos! A centenares...
–Pero en fin, señor, ¿no puede decirme nada más concreto sobre esta batalla?
–Un caballo...
–Usted perdone, he de advertirle que la batalla de Trafalgar es una batalla naval.
–¡Eh! ¡Eh!, dice el candidato, ¡Atrás, caballo, atrás!"
– Referido a Jacques Lacan por Raymond Queneau
citado en "El Seminario 5 - Las Formaciones del Inconsciente"
Jacques Lacan
ed. Paidós
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