El niño al que se le pone en la mano un pedazo de crayón va a trazar desordenadamente sobre la hoja de papel líneas circulares, unas casi sobre las otras.
Repleto de energía, lo hace, lo vuelve a hacer, ya no se detiene.
En giratorias, giratorias líneas
de amplios círculos torpes, enmarañados,
incesantemente retomados
una vez más, una vez más
como cuando se juega al trompo.
Círculos. deseos de circularidad.
Lugar en remolino.
Control
sólo los círculos hacen el contorno
el contorno de no se sabe qué
de todo
lo conocido, de lo desconocido que pasa
que viene, que ha venido
y volverá a venir
Es a la edad en que el niño siente un placer inigualable por todo lo que gira, cuando nada es más deseado que cabalgar caballos de madera que viran, alzándose y descendiendo rítmicamente, la edad en que casi mágicamente se descubre el aro, el balón.
En cuál período, salvo en la primera infancia, es sentido lo circular, lo que hace el giro, lo que comprende partida y retorno.
Riesgo y placer de la partida. Necesidad de retornar después.
de 'A' (fragmento)
en "Los comienzos"
Henri Michaux
trad. Ireneo Blanco
ed. Bikini Ninja (2021)
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