sábado, 23 de abril de 2022

no es tiempo

 




(...)  

   Maruša tenía miedo. Se quedó parada un tiempo aterrorizada, pero juntó valor, se acercó a ellos y dijo: "Por favor, amables señores, dejadme calentar las manos junto a vuestro fuego. Estoy temblando de frío".

   Gran Enero asintió y le preguntó: "¿A qué has venido hasta aquí, pequeña? ¿Qué estás buscando?".

   "Estoy buscando violetas", respondió Maruša.

   "No es tiempo de buscar violetas, todo está cubierto de nieve", respondió Gran Enero.

   "Lo sé, pero mi hermana Holena y mi madrastra dijeron que debía llevarles violetas del bosque. Si no las llevo, me matarán. Decidme, padres, por favor, decidme dónde puedo encontrar violetas".

   Gran Enero se puso de pie y caminó hasta el lugar donde estaba uno de los meses más jóvenes –era Marzo– y, entregándole el palo, le dijo: "Hermano, ocupa el asiento más alto".

   Marzo ocupó el asiento más alto sobre la roca y agitó el palo sobre el fuego. El fuego se encendió mucho más, la nieve comenzó a derretirse, los árboles comenzaron a retoñar y la tierra bajo las jóvenes hayas se cubrió al instante de pasto y los pimpollos de margaritas color carmesí comenzaron a asomar entre el pasto. Era primavera. Bajo los arbustos florecían las violetas entre las pequeñas hojas y antes de que Maruša se diera cuenta habían brotado tantas que parecían un paño azul sobre la tierra. 

   "¡Recógelas rápido, Maruša!", ordenó Marzo.








de 'Los doce meses' (fragmento)

en "El irresistible cuento de hadas - Historia cultural y social de un género"

Jack Zipes

trad. Silvia Villegas

ed. Fondo de Cultura Económica (2014)

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