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Hace más de mil años, los hombres del pantano, que vivían en sus desolados yermos, se unieron para formar una sociedad secreta, Esta sociedad se llamó "Hermandad de las plumas grises de ganso", y cualquiera que fuese iniciado en esta hermandad y poseyera una pluma gris de ganso podía estar seguro de que, cada vez que estuviese en apuros, recibiría ayuda inmediatamente por parte de todos los hombres del pantano. Cuando el rey Carlos I escapó de Oxford, se abrió paso entre las tierras altas de Norfolk, deteniéndose en un lugar llamado Snow Hall, en las inmediaciones del mercado de Downham. Y debo decir de paso que vi la cámara donde se ocultó, por si venían a buscarlo los hombres de Cromwell. Esta cámara estaba junto a una gran chimenea, oculta por el antiguo revestimiento de madera de las paredes.
Después de consultar con sus consejeros, Carlos decidió reunirse con sus tropas, justo a las afueras de Oxford. En aquellos tiempos la ruta más segura para un fugitivo era a través de los desolados pantanos, sin caminos. Había un hombre, llamado Porter, que regentaba una posada en Southery. Solía guiar a los viajeros a través del páramo sin caminos. De modo que le llamaron y le preguntaron si podía llevar a Huntingdon a una persona muy importante.
-Sí. Lo haré -dijo.
De modo que trajeron al importante personaje para que viese la clase de hombre que era el viejo habitante del pantano. Y algunos de los consejeros del rey pensaron que no era seguro que emprendiese ese viaje tan largo con sólo un hombre. Pero Porter dijo que, si eso los preocupaba, iniciaría al personaje importante en la Hermandad de las plumas grises de ganso. De modo que trajeron una pluma y Porter la cortó en dos, dándole una mitad al personaje importante y quedándose él con la otra mitad. Luego dijo:
-Mientras los peces tengan escamas y las aves plumas, haré por usted todo lo que pueda, y lo mismo harán los demás hombres que pertenecen a la Hermandad de las plumas grises de ganso.
Los consejeros del rey parecieron convencerse de que podían dejar que Porter llevase al rey a través de los pantanos. Cuando llegaron a St Ives, tuvieron que cruzar el río por un vado, protegido por dos soldados de Cromwell. Pero cuando Porter les mostró la pluma gris, ellos le dijeron:
-Pasad, todo está en orden.
Eran hombres de los pantanos. Así que finalmente el rey Carlos llegó a la taberna Bell de Huntingdon y le dio una recompensa a Porter por servirle de guía, pero se quedó con la pluma gris de ganso. Algún tiempo después el rey fue hecho prisionero, pero antes de que eso sucediera, uno de los oficiales al mando de las tropas del ejército de Cromwell se enteró de que los centinelas lo dejaron pasar y los llevó en presencia de Cromwell. Mas Cromwell era también un hombre de los pantanos, así que le dijo al oficial:
-Es mejor para un rey escaparse que para un hombre de los pantanos faltar a la palabra dada a un hombre que lleva la pluma de ganso partida.
Así que dejó que los hombres se marcharan y poco después el rey Carlos fue atrapado, y lo llevaron a Londres, donde lo juzgaron y sentenciaron a muerte. Pero la noche antes de la ejecución, estando Cromwell cenando con su estado mayor, llegó un mensajero del rey, y Cromwell le dijo a su sirviente que le dejase entrar.
El mensajero dijo:
-Su majestad no os implora compasión, pero reclama su derecho a recibir la ayuda que estáis obligado a dar a cualquier hombre que lleve esta señal.
Y dejó caer una pluma gris de ganso sobre la mesa que había delante de Cromwell. Éste dijo a todos que salieran y se quedó mirando la pluma gris de ganso. Y cuando los sirvientes entraron a la mañana siguiente todavía la estaba mirando.
El rey fue decapitado, pero Cromwell ya no volvió a ser el mismo hombre.
de "Cuentos populares británicos"
edición de Katharine M. Briggs
trad. Juan Antonio Molina Foix
ed. Siruela (1996)
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