Cada víspera de shabat Rabí Jaím de Kosov, el hijo de Rabí Méndel, bailaba ante sus discípulos reunidos. Su rostro estaba encendido, y todos sabían que cada paso contenía sublimes significados y obraba cosas sublimes.
Una vez, cuando estaba en medio de su danza, cayó un pesado banco sobre su pie y tuvo que detenerse por el dolor. Después le preguntaron sobre esto. "Me parece", dijo, "que el dolor se hizo sentir porque interrumpí la danza."
Martin Buber (1878-1965)
'Cuentos Jasídicos'
–Los maestros continuadores I–
trad. Salomón Merener
ed. Paidós (1983)
imagen: detalle de la portada de los 'Cuentos Jasídicos'
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