Los de Grecia comenzaron, primero que otros homnes, a usar de andar mucho sobre mar; et algunos dellos trabajaron se cuanto podrien entrar adentro por él por provar sil podrien fallar cabo de la parte dallend. E andudieron tanto que vinieron a un logar dond oyeron sones et voces que les semejó que ninguna cosa non podie seer más sabrosa nin más dulce que aquel son et comenzaron a fablar dello entresi.
Et dixieron si fue nunca qui son tan dulce oyese en logar del mundo; et estando ellos fablando desto cataron et vieron estar un peñedo aluen dellos, et asmaron que serien serenas que cantaban en aquella peña et facien aquel son tan sabroso, et cogieronse et fueron pora allá cuanto más pudieron, et llegaron se ala peña; et ellos estando así como desventados con muy grand sabor del canto tan dulce que oien, salió adeshora un tan grand sollo del viento cierzo que todos los metió so ell agua et los mató allí en la mar. si non muy pocos que fincaron a vida et se acogieron a las piezas de los navios que quebrantara aquel viento, et salieron en ellos a terreno, et contaron a los griegos todo aquello por que habien pasado et como les contesciera.
Alfonso X (1221-1284)
fragmento del cap. XXXVII
"De como fallaron los griegos la natura de la musica"
de 'General et grand Estoria'
en "Antología de Alfonso X el Sabio"
ed. Espasa-Calpe (1946)
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