Y estando con estos pensamientos y preocupaciones, un día soñó que Amán, el padre de los pescados, le hablaba diciendo: "Si quieres atrapar un pescado bien grande, tienes que ponerle cebo rojo a tu anzuelo." Así oyó él que le dijo en sueños.
Y cuando se despertó, dijo el indio pensando para sí: "¿Qué será ese cebo rojo? ¿La fruta del korumé o la langosta panasakavá?"
Entonces fue una primera vez a pescar con cebo de korumé en su anzuelo. Pero sólo cayeron adumá y wadomarí .
Otra hermana vez o segunda vez el indio cebó su anzuelo con la langosta panasakavá. Y esta vez mordió el anzuelo una culebra de agua grandísima. Entonces la enrolló en su cesto y encima colocó los pescados pequeños. Y se fue a su casa.
"Vamos a ver ahora, le dijo él a su mujer; dale estos pescados pequeños a la vieja". "¿Pero tú no sabes que ella no quiere pescados pequeños?", le respondió ella. "No importa, le dijo; dáselos a ver que pasa; y nosotros vayámonos encima del cerro."
fragmento de "La vieja que sólo quería pescados grandes"
en Tauron Panton, cuentos y leyendas de los Pemón
P. Cesáreo de Armellada.
Ed. Abya-Yala (1989)
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