La acronía no consiste en la yuxtaposición indiferente sino más bien en entrelazar las épocas, siguiendo el modelo de un trípode, en una serie de estructuras que se rejuvenecen. Se puede desplegarlas como un acordeón, y entonces hay mucha distancia entre los extremos, pero también se pueden encajar unas en otras como muñecas rusas, y entonces las paredes que separan las épocas quedan muy próximas. Las gentes de otros siglos oyen gimotear nuestros gramófonos y, a través de las paredes del tiempo, las vemos alargar la mano hacia mesas apetitosamente dispuestas.
Elisabeth Lenk
citado en "Medea"
de Christa Wolf (1929-2011)
trad. Miguel Sáenz
ed. el Cuenco de Plata (2014)
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