Así es el comienzo: se interioriza la visión, se adentran los sonidos. Se demora el pensamiento y todo se interroga.
El alma galopa hacia los ocho confines del espacio. El espíritu vaga errante por alturas infinitas.
Al acercarse, la emoción poco a poco se convierte en luz. Las cosas se reflejan e intercambian su claridad.
A la deriva, entre cielos y abismos, te dejarás llevar por la gran corriente, bañándote en las aguas del manantial, internándote en su profunda hondura.
Así, verás pasado y presente en un único instante, y abarcarás los inmensos mares en tan sólo un abrir y cerrar de ojos.
Lu Ji (261-303 d.n.e.)
fragmentos del "Wen fu",
prosopoema del arte de la escritura
trad. Pilar González España
ed. Cátedra (2010)
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