sábado, 30 de mayo de 2015

odio








   El odio es, por su naturaleza, ciego. Solo puede ser odiada una parte de un ser. Quien percibe un ser en su totalidad y está constreñido a repudiarlo, no se halla más en el reino del odio; se encuentra en el reino de la limitación humana de la capacidad de decir . Es incapaz de decir la palabra primordial al otro ser humano que lo confronta. Esta palabra envuelve coherentemente una afirmación del ser a quien se dirige. Por eso está obligado a renunciar a sí mismo o al otro.

















Martin Buber (1878-1965)
fragmento de "Yo y Tú"
trad. Horacio Crespo
ed. Nueva Visión (1984) 



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