Cuando les llegó la hora de vadear el río de la muerte, fueron los dos a la ribera. Las últimas palabras del señor Desaliento fueron: Adiós, noche; bienvenido el día. Su hija entró cantando en el agua, pero nadie comprendió su canto.
John Bunyan (1628-1688)
fragmento de 'The Pilgrim's Progress'
en "libro del cielo y del infierno"
comp. J.L. Borges y A. Bioy Casares
ed. Sur (1960)
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