Existe para los fósiles soterrados en los estratos más profundos un grado de presión que imprime su forma con una claridad muy particular, pero que, si aumenta lo más mínimo, la destruye súbita y totalmente. Así se encuentra, de vez en cuando en las rocas, muy cerca de improntas nítidas de conchas o de plantas, salpicaduras borrosas como testimonio de una destrucción que ha pulverizado la forma, sin pasar aparentemente por ninguna transición.
Ernst Jünger (1895-1998)
"Anotaciones del día y de la noche"
trad. Enrique Ocaña
ed. Tusquets (2013)
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