lunes, 12 de marzo de 2018

sus propias palabras




   Un arrendajo vivía en el sur, y fue capturado.  La gente le enseñó a hablar. Gradualmente el arrendajo aprendió a hablar como las personas, pero sólo podía imitar unas pocas palabras.
   En el patio cantaba una cigarra, y el arrendajo se burlaba de su canto.
   La cigarra le dijo: "Está bien, usted habla como la gente. Sin embargo, lo que dice no son sus propias palabras. ¿Cómo se puede comparar conmigo? Mis cantos expresan mis pensamientos."
   Después de oir a la cigarra, muy avergonzado, el arrendajo agachó la cabeza y dejó de imitar a la gente para siempre.






















'La imitación'
en "Fábulas antiguas chinas sobre animales"
comp. Ma Da
ed. Ediciones en lenguas extranjeras (1991)

versión: RM

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