Hay dos suertes de espíritus, uno geométrico, y el otro que puede llamarse de sutileza. El primero tiene designios lentos, duros e inflexibles; y el último una flexibilidad de pensamiento que aplica al mismo tiempo a las diversas partes amables de lo que ama. De los ojos va al corazón, y por la animación del exterior conoce lo que se pasa interiormente. Cuando se tienen ambos espíritus ¡cuánto placer proporciona el amor! Porque a la vez se posee la fuerza y la flexibilidad del espíritu, que es muy necesario para la comunicación de dos personas.
Pascal
Discurso sobre las Pasiones del Amor
trad. Julio Torri
ed. Renacimiento (2003)
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