Vino el día, el sol me abrasó,
vino la sombra (de la noche), el Viento del Sur me abrumó,
mi voz de dulce miel ha llegado a ser estridente,
todo lo que me daba placer se ha convertido en polvo.
de 'Himno a Inanna' (fragmento)
en "Himnos sumerios"
trad. Federico Lara Peinado
ed. Tecnos (1988)
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