Antes del mar y la tierra y el cielo que cubre todo
era uno solo en el universo entero el aspecto de la naturaleza,
un tosco y confuso cúmulo al que dieron el nombre de Caos:
tan sólo materia inerte y, aglomerados allí,
los embriones discordantes de cosas mal unidas.
Hasta entonces, Titán no arrojaba al mundo luz alguna,
ni, renovando sus cuernos, crecía Febe,
ni la Tierra, equilibrada por su peso,
flotaba en el aire que la rodeaba, ni Anfitrite
tendía sus brazos por la extensa orilla de las tierras.
Y aunque había mar y tierra y aire,
era tierra sin firmeza, aguas no navegables,
aire sin luz. Nada conservaba su forma,
y una cosa obstruía a la otra, porque en un solo cuerpo
pugnaban lo frío y lo caliente, lo húmedo y lo seco,
lo blando y lo duro, lo liviano y lo pesado.
de 'Libro I' (fragmento)
en "Las metamorfosis"
Ovidio
trad. Emilio Rollié
ed. Losada (2012)
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