sábado, 26 de septiembre de 2015

aire






«El aire que rodea a la tierra es inmóvil y malsano y todo lo que está en él es mortal; pero el aire de la región más alta es siempre móvil, puro y saludable y todo lo que hay en él es inmortal y por esto divino. El sol, la luna y los demás astros son dioses, porque en ellos predomina el calor (to thermón), que es la causa de la vida. La luna es iluminada por el sol. Existe también un parentesco (syngéneia) entre los hombres y los dioses en la medida en que el hombre participa del calor, por esto también la divinidad provee de nosotros. El destino es la causa del orden de todas las cosas y de cada parte. Un rayo a partir del sol atraviesa el éter, tanto el frío como el denso (llaman al aire éter frío y al mar y la humedad éter denso). Este rayo desciende hasta las profundidades y por esto da vida a todas las cosas. Cuanto participa del calor también vive, por esto también las plantas son vivientes; sin embargo, no todas las cosas tienen alma. El alma es un fragmento de éter (apóspama aitheros), tanto del cálido como del frío, al participar del éter frío. El alma difiere de la vida. Es, además, inmortal, porque también aquello de lo que se separa es inmortal.»



















"Memorias Pitagóricas"
 en 'Vitae Philos' de Diógenes Laercio 
citado en "El cuerpo astral"
de Francisco García Bazán
ed. Obelisco (1993)


No hay comentarios:

Publicar un comentario