sábado, 24 de septiembre de 2016

en sentido oblicuo






    Vigo tiene un método especial de cruzar el pasado en sentido oblicuo, no en el sentido cronológico. Su mirada es más la del jardinero o el botánico que la del cazador. Por eso afirma que nuestro parentesco con las plantas tiene raíces más profundas que nuestro parentesco con los animales y opina que durante la noche retrocedemos a los bosques y hasta a las algas del mar.
   Entre los animales, sería la abeja la que ha redescubierto este parentesco. Su acoplamiento con las flores no constituiría ni un avance ni un retroceso de la evolución, sino una especie de supernova, un vivo resplandor del Eros cosmogónico en un instante estelar. Ni al más osado pensamiento se le hubiera ocurrido semejante idea: lo real sería sólo lo que no se puede inventar.
   ¿Espera acaso algo similar en el ámbito humano?


















Ernst Jünger (1895-1998)
fragmento de "Eumeswil"
trad. Marciano Villanueva
ed. Seix Barral (1980)

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