martes, 20 de septiembre de 2016

grandes hazañas








   ¿Qué bebían los hombres del Ulster en Emain, en la casa del rey?
   Fácil se cuenta.

   De Olnguala bebían los héroes, del barril que nunca se acaba, un barril mágico del rey que era el mayor de Irlanda. Cien medidas de un licor negro como el carbón, negro como la pez, daba Olnguala al día. Era lo que bebían los hombres del Ulster en una noche entera. Y, en cuanto salía el sol, llenábase Olnguala otra vez él solo de cien medidas más. 
   ¿Qué hacían los hombres del Ulster además de beber de Olnguala? Bailar, cantar, declamar, ejecutar proezas, prodigios grandes, grandes hazañas, grandes acrobacias, la prueba del filo de la espada, la de la manzana de oro, la de parar en el aire la lanza y bailar en la punta.
   Grandes guerreros había allí. Cierto que sí, muy grandes. Pero ninguno había como Cuchulain. Ni en gallardía ni en gracia ni en vigor auténtico. Ninguno había tan bravo como él. Aún no tenía mujer, y, al no tener ninguna, teníalas a todas. No había mujer del Ulster que no se enamorara de él viéndole tan apuesto, tan digno, tan generoso, tan elocuente. Así que un día juntáronse los hombres del Ulster. Hablaron. Si sigue sin mujer, dijeron, alguien puede matarlo, puede morir sin darnos hijos que sean como él.
   Nueve hombres mandó el rey a cada provincia a buscarle mujer y volvieron todos al cabo de un año sin hallarle una digna. 
   Y como nadie la encontraba, fue él a buscarla.















fragmento de "El perro del Ulster"
- Una gesta de la antigua Irlanda -
versión: José Manuel Álvarez Flórez
ed. Muchnik (1988)

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