miércoles, 29 de noviembre de 2017

aquella fría noche





   El relato proporciona alegría, según aprende Telémaco en Esparta escuchando las historias de Proteo; o como dice Eumeo en Ítaca en aquella fría noche de otoño. Hace olvidar el dolor; según Helena, ofrece la paz suprema, la desmemoria dichosa del sueño, parecida a una droga. La gran narración de Ulises a los feacios y el relato menor de Eumeo provocan, en cambio, encanto y fascinación (thélgein), emociones ambas que quitan el sueño, según la enseñanza de Hermes, quien «hechiza los ojos de los hombres que quiere». Ulises narra de noche, como Sherezade; en una noche «inconmensurable» que no se sitúa dentro de los límites fijados por los dioses ; es una culminación que supera toda norma y tiempo. 



















Pietro Citati
de 'Ulises entre los feacios' (fragmento)
en "Ulises y la Odisea - El pensamiento iridiscente"
trad. José Luis Aristu
ed. Galaxia Gutenberg (2008)

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