martes, 30 de enero de 2018

con exactitud





   En cierta ocasión Afanti quiso bromear con el primer ministro de su país y le predijo que al día siguiente moriría. Para sorpresa de todos, el día indicado por Afanti, el funcionario cayó del caballo y murió. Al enterarse de lo ocurrido, el emperador dio orden a sus subordinados de arrestar a Afanti y conducirlo a su presencia. 
   Cuando Afanti hubo llegado al palacio, el emperador le recriminó:
   –Debido a tus fatales predicciones, el primer ministro ha fallecido. ¿Sabes el castigo que debes sufrir?
   –Si Su Majestad afirma que soy el causante de la muerte del primer ministro, tiene plenas facultades para condenarme.
   –Pues bien, puesto que sabías de antemano la fecha en que moriría el primer ministro, debes saber también la de tu propia muerte. Si no respondes con exactitud, será hoy el día de tu fin.
   –¿No lo sabe Su Majestad? –replicó Afanti en tono de convicción–. Mi muerte ocurrirá exactamente dos días antes de que Su Majestad abandone este mundo.
   Ante tales palabras, el emperador dejó a Afanti en libertad, recomendándole cuidar su salud y augurándole una vida lo más larga posible.


















'Predicción salvadora'
en "Cuentos de Afanti"
trad. Zhao Shijie
ed. Ediciones en Lenguas Extranjeras (1986)

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