Cierto día, Geng Lei, famoso tirador, estaba parado debajo de una terraza junto al rey de Wei. De pronto levantó la cabeza y viendo un ave que venía de oriente dijo al rey: "Si disparo mi arco sin flecha aquel ave seguramente caerá." El rey preguntó: "¿Su técnica de disparo puede alcanzar la presa sin usar la flecha?" Geng Lei le respondió que sí.
Cuando el ave se acercó Geng Lei vio que se trataba de una oca salvaje solitaria, disparó su arco y la vio caer al suelo. El rey dijo con asombro: "Realmente sabes usar el arco." Geng Lei le explicó: "Esta oca había sido herida y no se ha recuperado todavía; además es una oca solitaria." El rey le preguntó: "¿Cómo sabes que ha sido herida y no ha recobrado la salud?" Geng Lei le respondió: "Porque volaba con lentitud y cantaba con tristeza. Le dolía la herida, y por eso volaba lentamente. Su voz triste demuestra que se había apartado de sus compañeros hace tiempo. Cuando oyó el sonido del arco trató de volar hacia arriba, pero su antigua herida le causó tanto dolor que se cayó al suelo."
de 'Los Anales de los Reinos Combatientes'
en "Fábulas antiguas chinas sobre animales"
comp. Ma Da
ed. Ediciones en Lenguas Extranjeras Beijing (1991)
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