«Nadie cose un remiendo de paño sin tundir en un vestido viejo, pues de otro modo, lo añadido tira de él, el paño nuevo del viejo, y se produce un desgarrón peor. Nadie echa tampoco vino nuevo en pellejos viejos; de otro modo, el vino reventaría los pellejos y se echaría a perder tanto el vino como los pellejos: sino que el vino nuevo, en pellejos nuevos.»
Evangelio según San Marcos 2 21-22
Nueva Biblia de Jerusalén
ed. Desclée de Brouwer (1975)
No hay comentarios:
Publicar un comentario