(...) Y he aquí que vio a lo lejos una cosa negra, y se alegró de ello y dijo: "Es probable que encuentre allí a alguien que me contará la historia del lago y sus peces". Y al acercarse a esta cosa negra vio que aquello era un palacio enteramente construido con piedras negras, reforzado con grandes chapas de hierro, y que una de las hojas de la puerta estaba abierta y la otra cerrada. Entonces se alegró mucho, y parándose ante la puerta, llamó suavemente, pero como no le contestasen llamó por segunda y por tercera vez. Después, y como seguían sin contestar, llamó por cuarta vez, pero con gran violencia y nadie contestó tampoco. Entonces se dijo: "No hay duda, este palacio está desierto". Y en seguida, tomando ánimos, penetró por la puerta del palacio y llegó a un pasillo, y allí dijo en alta voz:
"¡Ah del palacio! Soy un extranjero, un caminante que pide provisiones para continuar su viaje".
Después reiteró su demanda por segunda y tercera vez, y como no le contestasen, afirmó su corazón y fortificó su alma, y siguió por aquel corredor hasta el centro del palacio. Y no encontró a nadie.
-en la séptima noche- (fragmento)
de 'El Pescador y el Efrit'
en "El libro de la Mil Noches y Una Noche"
trad. del árabe J.C. Mardrus
versión al español Vicente Blasco Ibañez
ed. El Ateneo (1950)
No hay comentarios:
Publicar un comentario