Él preparó sus moradas para los grandes dioses
y dispuso en constelaciones las estrellas que son sus imágenes.
Determinó el año, delimitando sus secciones;
estableció tres estrellas para cada uno de los doce meses.
Después de determinar así la duración del año,
fijó la estación de Nebiru para definir la cohesión de los astros,
y a fin de que ninguno cometa falta o negligencia en su recorrido
junto a ella estableció las estaciones de Enlil y de Ea.
Y abriendo grandes puertas a los dos lados del cielo,
puso sólidos cerrojos a la izquierda y a la derecha:
en el hígado de Tiamat colocó las regiones superiores del cielo.
Enuma Elish
-Poema babilónico de la Creación-
trad. Federico Lara Peinado
ed. Trotta (1994)
imagen : Marduk y su dragón
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