Rangi-nui, el Gran Cielo, que está en lo alto, sintió deseo por Papa-tua-nuku, la Tierra, cuyo vientre estaba vuelto hacia él; la deseó como esposa. Entonces Rangi descendió sobre Papa. En ese período la suma de la luz era nula: dominaba absoluta y completa oscuridad; no había sol, ni luna, ni estrellas, ni nubes, ni luz, ni niebla; ni un cabrilleo estremecía la superficie del océano; ni un hálito de aire, completa y absoluta quietud.
Y así Rangi-nui moró con Papa-tua-nuku como esposa suya; y entonces envió plantas que cubrieran la desnudez de Papa; para las axilas, la cabeza y el cuerpo; y después, los árboles menores para vestir a ambos, porque el cuerpo de la Tierra estaba desnudo. A continuación colocó los árboles erectos de la selva, y entonces Papa sintió un gran calor que lo abrasaba todo. Después colocó los insectos de toda especie, los antepasados del tuatara, el gran lagarto, apropiado para los recovecos de la vegetación menor, los grupos de árboles menores y las grandes selvas cuyas cabezas tocan el cielo. después, los cangrejos, las especies grandes de univalvos, los bivalvos, los ngakihi, las almejas, los haliotis y seres semejantes dotados de concha, fueron asignados a sus respectivos lugares para que animaran la tierra y las aguas.
'Mito cosmogónico máori' (fragmento)
de 'La sistematización de las ideas'
en "El hombre primitivo como filósofo"
Paul Radin
trad. Abelardo Maljuri
ed. Eudeba (1960)
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