miércoles, 3 de mayo de 2017

el tesoro








   –¿Has dado con el tesoro? –preguntó el Peregrino.
   –No hay ninguno aquí abajo –contestó Ba-Chie–. El Rey Dragón que habita en este pozo me pidió que sacara a un muerto de las aguas, cosa a la que me negué de plano. Sin embargo, las aguas lo invadieron todo y hube de agarrarme a él para poder llegar hasta aquí. No necesito decirte que las piernas me temblaban y los brazos se negaban a obedecerme, pero ¿qué otra cosa podía hacer, si no quería morir ahogado? Por lo que más quieras, sácame de aquí cuanto antes.
   –Ese muerto del que hablas es, precisamente, el tesoro en el que yo estaba interesado –confesó el Peregrino–. ¿Por qué no lo subes aquí? 
   –¡Cómo que por qué! –protestó Ba-Chie–. Este hombre debe de llevar muerto muchísimo tiempo. ¡No me atrevo a cargar con él!
   –En fin, allá tú –concluyó el Peregrino– Yo me voy.


















del capítulo XXXVIII (fragmento)
en "Viaje al Oeste - Las aventuras del Rey Mono"
Anónimo chino del siglo XVI
trad. Enrique P. Gatón e Imelda Huang-Wang
ed. Siruela (2009)

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