jueves, 27 de noviembre de 2014

halcón en reposo












Me poso en lo alto del bosque con los ojos cerrados.
Inacción. No hay fantasías engañosas 
entre mi cabeza ganchuda y mis patas ganchudas.
O bien, dormido, ensayo muertes perfectas y como.

¡Qué prácticos son los árboles altos!
La levedad del aire y el rayo del sol 
son ventajas para mí.
Y la Tierra me muestra su rostro para que yo lo 
inspeccione.

Mis patas se cierran sobre la áspera corteza.
Hizo falta toda la Creación
para producir mis patas y cada una de mis plumas:
ahora agarro la Creación con mis patas.

O me elevo y lo hago girar todo despacio.
Mato donde quiero porque todo es mío.
No hay sofisma en mi cuerpo:
mis modales consisten en arrancar cabezas,

son el subsidio de la muerte.
Porque la única ruta de mi vuelo pasa directamente
a través de los huesos de los vivos. 
No hay argumentos que legitimen mi derecho:

el sol va detrás de mí.
Nada ha cambiado desde que empecé.
Mi ojo no ha permitido ningún cambio. 
Y voy a hacer que todo siga así.











Ted Hughes (1930-1998)
"Poemas de animales"
trad. Javier Calvo
ed. Grijalbo (1999)

imagen: fotografía de Carl Fries (1931)


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