¿Qué si en el veneno no se esconde también un misterio de la naturaleza? (...) ¿Por qué ha de desecharse y despreciarse el veneno, cuando no se busca el tóxico, sino su fuerza curativa? (...) Quien desprecia el veneno no sabe lo que está oculto en él; porque el Arcanum contenido en el veneno está de tal modo bendecido que el veneno no puede ni quitarle ni hacerle nada.
En todas las cosas hay también un veneno, y nada carece de él. Sólo de la dosis depende si un veneno es veneno o no... Separo lo que no pertenece al Arcanum de lo que actúa como Arcanum y le doy la dosis correcta... y entonces la fórmula es correcta... Lo que hace bien al hombre no es ningún veneno, sólo lo que no le sirve, lo que le daña, lo es.
Cuando se asigna a la estrella su medicamento, cuando se aplica caliente contra caliente y frío contra frío, se procede en el sentido del Arcanum. Porque en la Medicina no se puede proceder de otro modo que haciendo actuar esencia contra esencia, de forma que por así decirlo a cada una se le dé su hembra y a cada una su macho.
Toda curación ha de venir de la fuerza del corazón; sólo a través de ella se pueden expulsar todas las enfermedades. Por eso, fijaos bien, es especialmente contradictorio actuar contra el corazón. Si el corazón quiere ahuyentar las enfermedades, ¿por qué queréis echárselas, cuando la fuerza de la curación ha de partir de él y ha de perseguir la enfermedad hasta el más escondido rincón?... Desde el corazón debe actuar toda medicina, y no hacia él. Parte del corazón y es puesta en funcionamiento por su propia fuerza.
Paracelso (1493-1541)
'De la fuerza curativa del veneno'
en "Textos esenciales"
trad. Carlos Fortea
ed. Siruela (2001)
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