Se cuenta en Los libros de bambú que cuando la barca del emperador Yu cruzaba el río Kiang rumbo al sur era motivo de asombro y delicia para los cortesanos ver dragones verdes que dormían en las orillas; pero cuando la barca fue rodeada por dos dragones amarillos nadando uno a cada lado, todos se asustaron mucho. Sin embargo, Yu reía; dijo:
–He recibido mi poder del cielo y trabajo con todas mis fuerzas para que los hombres no tengan hambre. Nacer es algo natural, y no morir, algo que está fuera de nuestro alcance. ¿Por qué habrían de preocuparnos, entonces, los dragones?
tomado de "Monstruos mitológicos"
de Charles Gould
en "El libro de los seres alados"
comp. Daniel Samoilovich
ed. 451 (2008)
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