miércoles, 3 de agosto de 2016

la construcción del templo ( alchimia XIII )




(...) Construye un templo hecho de una sola piedra semejante al albayalde o al alabastro, de mármol de Proconeso, careciendo su construcción de comienzo y fin, y que tenga en su interior una fuente de agua purísima y una luz solar resplandeciente. Considera cuidadosamente en dónde está la entrada del templo y, esgrimiendo una espada, busca así la entrada. Porque hay un acceso estrecho, el lugar en que está la apertura del pasaje, y una serpiente está cerca de la entrada guardando el templo. Cuando la hayas vencido, primero, sacrifícala, y una vez que le hayas sacado la piel y dueño de sus carnes y huesos sepáralos miembro por miembro. Cuando hayas reunido uno por uno los miembros con los huesos hazte una plataforma cerca de la entrada del templo, súbete, ingresa y ahí encontrarás lo valioso que buscabas. Porque el sacerdote, el hombre de cobre, que ves sentado en la fuente y semejando tal, a éste no lo ves más hombre de cobre, porque ha cambiado su color natural y ha llegado a ser hombre de plata. Después de poco tiempo, si lo quieres, tendrás un hombre de oro.
















Zósimo de Panópolis (s. III)
fragmento citado en 
"Estudios sobre representaciones alquímicas"
C. G. Jung (1875-1961)
trad. Laura S. Carugati
ed. Trotta (2015)

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