domingo, 31 de mayo de 2015

soledad









Se han puesto ya la luna y las pléyades. Es medianoche. Pasa el tiempo. 
Y yo sigo durmiendo sola.





















Safo (650-580 a. C.)
"Soledad a medianoche"
de "Antología"
trad. Manuel Rabanal Alvarez
ed. Aguilar (1968)


sábado, 30 de mayo de 2015

odio








   El odio es, por su naturaleza, ciego. Solo puede ser odiada una parte de un ser. Quien percibe un ser en su totalidad y está constreñido a repudiarlo, no se halla más en el reino del odio; se encuentra en el reino de la limitación humana de la capacidad de decir . Es incapaz de decir la palabra primordial al otro ser humano que lo confronta. Esta palabra envuelve coherentemente una afirmación del ser a quien se dirige. Por eso está obligado a renunciar a sí mismo o al otro.

















Martin Buber (1878-1965)
fragmento de "Yo y Tú"
trad. Horacio Crespo
ed. Nueva Visión (1984) 



viernes, 29 de mayo de 2015

muerte









   La muerte es una de estas dos cosas: o es como no ser nada y no tener ninguna sensación de cosa alguna, o, de acuerdo con lo que se dice, es un cambio y una migración del alma de este lugar a otro. Si no existe sensación alguna, sino que es como el sueño del hombre que, dormido, no sueña en absoluto nada, admirable ganancia sería la muerte.
   ( ) Si, por el contrario, la muerte significa un viaje de aquí a otro lugar, y es verdad lo que se dice, que allí están todos los muertos, ¿qué bien puede haber mayor que éste, jueces?














fragmento de "Apología de Sócrates"
Platón (427-347 a.C.)
trad. Francisco García Yagüe
ed. Orbis (1984)


jueves, 28 de mayo de 2015

instante












La luz tiene edad, y la noche no, 
pero ¿cuál fue el instante de este origen absoluto?















René Char (1907-1988)
citado en "El oso y el lobo"
de Pascale Rosfelter
trad. Florencia Verlatsky
ed. Ediciones de la Flor (2001)



miércoles, 27 de mayo de 2015

espera









   Esperó el rey a Merlín hasta que, un día que regresaba de la iglesia, se le presentó un hombre muy hermoso y bien vestido, que parecía noble, se puso ante el rey y le dijo:
   –Señor, ¿qué esperáis en esta ciudad?
   –Estaba esperando a que Merlín viniera a hablar conmigo. 
   –Señor, no sois tan sabio como para reconocerlo cuando habla con vos. Llamad a los que habéis traído con vos que conocen a Merlín y preguntadles si yo podría ser ese Merlín.
   Cuando el rey lo oye, se extraña y manda llamar a los que lo conocían, diciéndoles:
   –Señores, esperamos a Merlín, pero creo que ninguno de todos vosotros lo conoce; si lo conocéis, decídmelo.
   –Señor, no podría ser que viéndolo no lo reconociéramos de inmediato.
   –Señor –dijo el noble que estaba delante del rey–, ¿cómo puede reconocer a otro el que no se conoce a sí mismo?
   –No lo vemos aquí –contestan los otros–, pues si lo viéramos lo reconoceríamos por su aspecto.
   –Entonces –responde el noble–, yo os lo mostraré.
   Llama al rey a una habitación a solas y le dice:
   –Señor, quiero ayudados a vos y a vuestro hermano Úter; sabed que soy Merlín, al que habéis venido a buscar, pero toda esta gente que cree que me conoce, no sabe nada de mí y os lo voy a demostrar de inmediato. Salid y traedme a los que dicen que me conocen mucho. Tan pronto como me vean, dirán que ya me habéis encontrado. Si quisiera, no me encontrarían jamás.
   Cuando el rey lo oyó, se puso muy contento y le respondió:
   –Haré lo que queráis.
   Salió de la habitación tan pronto como pudo y regresó con los que pensaban que conocían a Merlín. Cuando entraron, Merlín había recobrado el aspecto con el que lo habían visto y al volver a verlo, le dicen al rey:
   –Señor, ciertamente habéis encontrado a Merlín.
   Al oírlos, el rey se rió y les dijo:
   –Mirad y reconocedlo bien.
   –Estamos seguros de que es él.
   –Señor –dice Merlín–, os dicen verdad. Decidme ahora qué deseáis.

















fragmento de la "Historia de Merlín"
trad. Carlos Alvar
ed. Siruela (2000)


martes, 26 de mayo de 2015

lazos










Así pues, cielo y tierra son algo material (wu), y además, algo material incompleto. Por eso en la remota antigüedad Nü Wa escogió piedras de los cinco colores para rellenar sus huecos y cortó las cuatro patas de una tortuga gigante para fijar los cuatro límites (bordes del cielo). Posteriormente Gong Gong, al luchar contra Zhuan Xu por el imperio, en un arrebato de cólera, golpeó el monte Bu zhou: uno de los pilares del cielo se quebró y se rompieron los lazos que sujetaban la tierra. A causa de ello el cielo se inclinó hacia el noroeste y por eso hacia allí se dirigen el sol, la luna y las estrellas; la tierra se hundió en el sureste y esa es la razón de que los cien ríos discurran en esa dirección.














Tang Wen: Preguntas de Tang
en "Lie Zi, el libro de la perfecta vacuidad"
trad. Iñaki Preciado
ed. Kairos (1987)



lunes, 25 de mayo de 2015

alta edad










   Alta edad, venimos desde todas las márgenes de la tierra. Antigua es nuestra raza, nuestro rostro carece de nombre. Y mucho sabe el tiempo de cuantos hombres fuimos.

   Solos hemos andado sobre las lejanas carreteras; y los mares nos llevaban, los mares que fueron extranjeros para nosotros. Hemos conocido la sombra y su espectro de jade. Hemos visto el fuego del que se espantaban nuestros animales. Y el cielo se encolerizó en nuestros vasos de hierro.

   Alta edad, henos ahí. Ni rosas ni acantos nos preocuparon. Pero el monzón de Asia latigueaba, hasta en nuestros lechos de cuero o de roten, su leche de espuma y de cal viva. Muy grandes ríos, nacidos del Oeste, enfilaban al mar en cuatro días su espeso quilo de limo verde.

   Y sobre la tierra de laterita roja donde corren las cantáridas verdes, oíamos tintinear una noche las primeras gotas de lluvia tibia, entre el revuelo de los gálgulos azules de Africa y el descendimiento de los grandes vuelos del Norte que hacen restallar la pizarra de un gran Lago.














Saint-John Perse (1887-1975)
fragmento de "Crónica"
trad. Lysandro Z.D. Galtier
ed. Fabril (1961)


domingo, 24 de mayo de 2015

indicios











   Durante milenios, el hombre fue cazador. La acumulación de innumerables actos de persecución de la presa le permitió aprender a reconstruir las formas y los movimientos de las piezas de caza no visibles, por medio de huellas en el barro, ramas quebradas, estiércol, mechones de pelo, plumas, concentraciones de olores. Aprendió a olfatear, registrar, interpretar y clasificar rastros tan infinitesimales como, por ejemplo, los hilillos de baba. Aprendió a efectuar complejas operaciones mentales con rapidez fulmínea, en la espesura de un bosque o en un claro lleno de peligros. 
   Generaciones y generaciones de cazadores fueron enriqueciendo y transmitiendo todo ese patrimonio cognoscitivo. 
( )
   El cazador habría sido el primero en "contar una historia", porque era el único que se hallaba en condiciones de leer, en los rastros mudos (cuando no imperceptibles) dejados por la presa, una serie coherente de acontecimientos.












Carlo Ginzburg 
fragmento de"Indicios"
en "Mitos, emblemas, indicios"
trad. Carlos Catroppi
ed. Gedisa (1989)


sábado, 23 de mayo de 2015

acronía







   La acronía no consiste en la yuxtaposición indiferente sino más bien en entrelazar las épocas, siguiendo el modelo de un trípode, en una serie de estructuras que se rejuvenecen. Se puede desplegarlas como un acordeón, y entonces hay mucha distancia entre los extremos, pero también se pueden encajar unas en otras como muñecas rusas, y entonces las paredes que separan las épocas quedan muy próximas. Las gentes de otros siglos oyen gimotear nuestros gramófonos y, a través de las paredes del tiempo, las vemos alargar la mano hacia mesas apetitosamente dispuestas.




















Elisabeth Lenk
citado en "Medea"
de Christa Wolf (1929-2011)
trad. Miguel Sáenz
ed. el Cuenco de Plata (2014)



viernes, 22 de mayo de 2015

idiomas







   Se hablaba a menudo de las lenguas; sólo en nuestra ciudad se hablaban siete u ocho lenguas diferentes y todos entendían un poco de cada una. Únicamente las chicas que venían de los pueblos hablaban exclusivamente el búlgaro y se las consideraba tontas por ello. Cada uno enumeraba las lenguas que conocía, era importante dominar muchas pues gracias a ello uno podía llegar a salvar la propia vida o la de otros.
   Antiguamente, cuando los comerciantes salían de viaje, llevaban todo el dinero en cintos enroscados al cuerpo. Así viajaban también en el vapor del Danubio, lo que era peligroso. Una vez en que el abuelo de mi madre dormitaba en la cubierta escuchó por casualidad cómo dos hombres planeaban un asesinato en griego. Tan pronto como el vapor se estuviera acercando a la ciudad más próxima, querían matar a un comerciante, robarle su pesado cinto de dinero y arrojar el cadáver al Danubio por el ojo de buey de un camarote, para después, cuando el vapor amarrara, desembarcar rápidamente. Mi bisabuelo se dirigió al capitán y le contó la conversación que había escuchado en griego. Se previno al comerciante, un tripulante se ocultó en la cabina, otros fueron apostados en la entrada, y cuando los dos asesinos trataron de llevar a cabo su plan se les prendió y, aherrojados, se les entregó a la policía en el mismo puerto donde hubieran querido escurrirse con el botín. El final feliz se debió a que el abuelo entendía griego. Se contaban muchas otras historias ejemplares relacionadas con los idiomas. 

















Elías Canetti (1905-1994)
fragmento de "La lengua absuelta"
trad. Lola Díaz
ed. Alianza/Muchnik (1983)



jueves, 21 de mayo de 2015

tami tremoam












Para sanarte vine, me habló 
  el Árbol sagrado
Vé y recoge mis hojas, mis 
semillas, me está diciendo
De todas partes vinieron
  tus buenas Machi
  mis buenos Machi
desde las cuatro tierras
desde las cuatro aguas
mediaremos, me están diciendo
  sus poderes
  en tus nervios, en tus huesos
  en tus venas
¿O deseas acaso abandonar
  a nuestra gente?
Elevaré mis rogativas, le digo
Ay, mis pensamientos se apartaron
  de los apacibles ríos
  de mi corazón:

Piedra Transparente será éste
  por mí, dijiste
Oo! Genechen, envíame tu aliento
  tu resollar de aire poderoso
Éste va a ser cantor, dijiste
  entregándome el caballo Azul
  de la palabra
Hasta la Tierra de Arriba llegará
  en sus Sueños
  confundiendo al mensajero de
  sus enemigos
Me oirá cuando hable desde
  la savia de las plantas
  y de las flores. Así dijiste
Mas yo quise olvidar el consejo
  de las Ancianas
  y de los Ancianos
  por eso estoy enfermo ahora
Mis pensamientos se alejaron
  de los apacibles Ríos
  de tu Corazón

Mírame, estoy soñando que he
  subido por tus hojas
La Cascada Azul de la mañana
  vino a mojar mis labios
  con sus aguas
Subí, subí con ellas, pero
  me sujetó el murmullo
  de los peces
Caminé luego sobre el aroma
  de los bosques
Después bailé. En él estaba
  colgado mi poder
Las buenas Visiones y los buenos
  Sueños lo rodeaban
Lloré entonces, lloré, abrazado
  por el espíritu de mi Canelo.













Elicura Chihualaf
"Para sanarte vine, me habló el Canelo"
en "De sueños azules y contrasueños"
ed. Universitaria/Cuarto Proprio (2000)



miércoles, 20 de mayo de 2015

minucias









Diadorín y yo, nosotros dos. Dábamos paseos. Con ese así, nos diferenciábamos de los otros; porque el yagunzo no es de mucha conversación continuada ni de amistades estrechas: muchos de ellos se mezclan y desmezclan, al acaso, pero cada uno está hecho uno por sí. De nosotros dos juntos, nadie nada no hablaba. Tenían buena prudencia. Dijese uno, se guasease, digo: podía morir. Se acostumbraban a vernos parejamente. Que no más maliciaban. Y estábamos conversando cerca de la acequia, conducto de vieja hacienda, donde el berro da flor. Con ese luz-fuz, iba oscureciendo. Diadorín encendió un fueguito, yo fui a buscar mazorcas. Mariposas, pasaban muchas, por entre nuestras caras, y abejorros grandotes tropezaban. Soplaba una brisbrisa.       
El i-ah del viento volvía, con un olor de alguna lluvia cerca. Y el chií de los grillos reunía el campo, a cuadros. Por mí, solo, de tantas minucias, no era capaz de arrecordarme, no soy de apárame en poca cosa; pero la añoranza me arrecuerda. Que fuese hoy.















João Guimarães Rosa (1908-1967)
fragmento de "Gran Sertón: Veredas"
trad: Angel Crespo
ed. Seix Barral (1983)





martes, 19 de mayo de 2015

esencia











Se lavó la Virgen Anat,
se maquilló con polvos,
con esencia que los dioses no conocen,
que ignora la asamblea de las estrellas,
que no comprende la familia de los cielos.

Pretendió seducir a Baal, el Todopoderoso,
encandilar al Auriga de las nubes,
para que Baal no acose a los pueblos,
para que Hadad vuelva a la tierra.

¡Que su poder reviva a los muertos,
que haga florecer la mano del Héroe el erial!
¡Que Baal benevolencia muestre,
que Hadad gracia otorgue!

Se lavó la virgen Anat,
se maquilló la 'Pretendida de los pueblos',
para que Baal no acose a los pueblos,
para que Hadad vuelva a la tierra.

De ese modo se regocijará toda carne,
se llenará de gozo toda alma.

















fragmento incompleto de "Los amores de Baal y Anat"
en "Mitos, leyendas y rituales de los semitas occidentales"
trad. Gegorio del Olmo Lete
ed. Trotta (1998)



lunes, 18 de mayo de 2015

Odisea, libro vigésimo tercero












Ya la espada de hierro ha ejecutado
la debida labor de la venganza;
ya los ásperos dardos y la lanza
la sangre del perverso han prodigado.

A despecho de un dios y de sus mares
a su reino y su reina ha vuelto Ulises,
a despecho de un dios y de los grises
vientos y del estrépito de Ares.

Ya en el amor del compartido lecho
duerme la clara reina sobre el pecho
de su rey pero ¿dónde está aquel hombre

que en los días y noches del destierro
erraba por el mundo como un perro
y decía que Nadie era su nombre?














Jorge Luis Borges (1899-1986)
de "El otro, el mismo" (1964)
en "Obra Poética"
ed. Emecé (2007)

domingo, 17 de mayo de 2015

combate













El luchador, ya viejo,
cuenta a su mujer el combate
que no debió perder.














Buson (1716-1784)
en "Tres maestros del Haiku"
trad. Osvaldo Svanascini
ed. Torres Agüero (1976)


sábado, 16 de mayo de 2015

curso











El curso circular de la Luz no sólo es un curso circular de la flor-simiente del cuerpo individual, sino que directamente es un curso circular de la verdadera fuerza formativa, creativa. No se trata de una momentánea fantasía sino, por cierto, del agotamiento del curso circular (de la migración del alma) de todos los eones. Por lo tanto, una pausa respiratoria significa un año –según el tiempo del hombre– y una pausa respiratoria significa cien años –medidos por la larga noche de los nueve senderos.














TA I GIN HUA DSUNG DSCHÏ
"El secreto de la flor de oro"
C.G. Jung & R. Wilhelm
trad. Roberto Pope
ed. Paidós (1992)


viernes, 15 de mayo de 2015

canción uluru










Cuando el estanque rojo se colma aparecen los peces.
Cuando el estanque rojo se seca los peces desaparecen.
Toda construcción en el desierto se desmorona. 
Los cables de luz son arrasados.
Los hombres lagarto brotaron de la roca.
Los hombres Canguro rojo olvidaron su propia canción.
Sólo un hombre con cuatro varas puede cruzar el desierto de Simpson.
Una lluvia vuelve el polvo rojo verde con las hojas.
Una gota de lluvia da principio al universo.
Cuando la gota de lluvia se seca, los mundos terminan.












Allen Ginsberg (1926-1997)
"Canción Uluru de la roca Ayers"
estilo aborigen australiano
marzo 23, 1972
Colección Material de Lectura
ed. UNAM

jueves, 14 de mayo de 2015

restablecimiento










Hoy se intenta difundir la sabiduría en todas partes. ¿Quién sabe si dentro de algunos siglos no existirán universidades cuyo fin sea el restablecimiento de la antigua ignorancia?



















Georg Christoph Lichtenberg (1742-1799)
citado en "El humor negro"
trad. Félix Alberto Juárez
ed. Brújula (1967)



miércoles, 13 de mayo de 2015

agosto









   En julio, mi padre solía irse al balneario y me dejaba con mi madre y mi hermano mayor a la voluntad de los días veraniegos abrasadoramente blancos y alucinógenos. Ebrios de esta luz, hojeábamos el gran opúsculo de las vacaciones cuyas hojas ardían resplandorosamente y ocultaban en su fondo la pulpa de peras doradas, dulces hasta el desmayo.


















Bruno Schulz (1892-1942)
fragmento de "Agosto"
en "Obra Completa"
trad. Juan Carlos y Elswieta Vidal
ed. Siruela (1993)



martes, 12 de mayo de 2015

pradera











   "¿De dónde vienes?" Él contestó: "Vengo de una inmensa pradera, donde, bajo el claro de luna, una doncella, más hermosa que el sol y las estrellas, enseña artes de magia." "Es mayor tu felicidad que la del resto de los hombres, pues ninguno ha visto lo que tú, ni ha podido contarlo. Has de saber que la doncella admirada por tí es Elena, poderosa en encantos y misterios. Si ella hubiese conocido por su libro maravilloso tu atrevimiento, sus dragones te hubiesen despedazado. Ten cuidado, pues, valiente joven, y si aún quieres llevar la cabeza sobre tus hombros, no vuelvas a la inmensa pradera ni a mirar el rostro de Elena, la que todo lo sabe."























fragmento de "Elena, la que todo lo sabía"
en "Cuentos y leyendas de la vieja Rusia"
trad. M. Marshall de Power
ed. Revista de Occidente (1946)


lunes, 11 de mayo de 2015

crashdown







mi antigua computadora entró en un proceso crítico al que en otra lengua denominan "crashdown".

por esa razón han aparecido lagunas en la continuidad de las publicaciones, y quien sabe si no volverán a producirse brechas en el futuro.

pido a los lectores paciencia y comprensión: no se alejen demasiado, todo puede suceder.

saludos!





viernes, 8 de mayo de 2015

albahaca










   Ésta era una mujer que tenía tres hijas. Y tenían en el jardín una mata de albahaca y cada día salía una de las hermanas a regarla.
   Un día salió a regar la mata de albahaca la hija mayor. Y cuando estaba regándola, pasó por allí el hijo del rey y le dijo:
      –Señorita que riega la albahaca,
     ¿cuántas hojas tiene la mata?
   Y como no pudo responder se fué el hijo del rey para su palacio.
   Y al día siguiente pasó otra vez el hijo del rey por la casa y salió la hermana segunda a regar la albahaca, y él la hizo la misma pregunta:
      –Señorita que riega la albahaca,
      ¿cuántas hojas tiene la mata?
   Tampoco supo responder y el hijo del rey se fué para su palacio.
   Y el tercer día, cuando volvió el hijo del rey a pasar por la casa, la hermana menor salió a regar la albahaca, y él la hizo la misma pregunta que a las otras:
      –Señorita que riega la albahaca,
      ¿cuántas hojas tiene la mata?
   Y ella le respondió:
      –Señorito aventurero,
      ¿cuántas estrellas tiene el cielo?
   Y como el hijo del rey no supo responder a esta pregunta, se fué para su palacio muy avergonzao.













fragmento de "La mata de albahaca"
en "Cuentos populares de España"
comp. Aurelio M. Espinosa
ed. Espasa-Calpe (1946)



jueves, 7 de mayo de 2015

este domingo cuento un cuento



Este domingo 10 de mayo a las 15.30 hs. estaré contando un cuento 

en la Kermesse de la escuela Perito Moreno. Quedan invitados!










arena











   Al atardecer, Taasi, el muchacho que había salvado a su padre, fue a reunirse con él en la cueva para llevarle la cena. Como era costumbre, esperó a que su padre acabara de comer para contarle sus preocupaciones. 
   –Padre –le dijo–, el rey M'Bonki, después de haber matado a todos los viejos, se propone matar a todos los jóvenes.
   –¡Más le vale no hacerlo! –exclamó el anciano–. Un jefe que mata a todos sus súbditos se convierte en el guardián de un cementerio... ¿Y porqué iba a hacerlo?
   –Acaba de pedirnos a todos los jóvenes del pueblo que hagamos algo imposible.
   –¿Ah, sí? ¿Y de qué se trata?
   –Nos ha ordenado que confeccionemos una traba para su caballo, pero quiere que esté trenzada con granos de arena. Y si no se la llevamos en tres días, hará que nos corten la cabeza. ¿Qué será de nosotros? ¿Cómo podemos satisfacerle?
   –Es muy sencillo –respondió el anciano–. Hijo mío, acerca tu oreja para que mi boca deposite en ella lo que le dirás al rey M'Bonki cuando estés delante de él. 
   Taasi acercó docilmente la oreja a la boca de su padre y retuvo la lección que el viejo le dictó.














fragmento de "El rey que quería matar a todos los viejos"
(o "Nadie puede verse la coronilla")
en "Cuentos de los sabios de África"
Amadou Hampaté Ba
trad. Alicia Capel Tatjer
ed. Paidós (2010)





miércoles, 6 de mayo de 2015

Sadko












   Cuando hubieron pasado los doce años, Sadko tenía deseos de volver a contemplar la gran ciudad de Novgorod. Echó al agua pan y sal y exclamó: "Te echo este tributo, madre Volga, cuyo curso han surcado mis bajeles durante doce largos años, favorecidos por vientos y mareas. He prosperado y florecido y ninguna mala fortuna ha turbado mi paz. Ahora quisiera volver a Novgorod, donde estuve en mi juventud." El río contestó: "Ve, digno mercader, y cuando llegues a la torre que está en las puertas de la ciudad, saluda a mi hermano Ilme en mi nombre." Sadko viajó hasta Novgorod, y cuando llegó a las puertas de la ciudad, donde está la torre, hizo un saludo al lago Ilme, diciéndole: "Eres poderoso, Ilme, te saludo en nombre de tu hermana Volga y te saludo también en nombre de Sadko, mercader de Novgorod."
   Un joven saltó entonces sobre la orilla, y exclamó: "Te agradezco tus saludos, amigo, mas quisiera saber cómo has ganado el favor de Volga." Sadko contestó: "Durante doce largos años la he seguido sin protesta. Navegué desde donde nace hasta que desemboca en Astrakán. Ella me ha favorecido con viento y marea y le he pagado tributo." El muchacho replicó: "Vete a Novgorod y vuelve esta noche, trayendo contigo tres pescadores y tres redes. Haz que echen sus redes en mis aguas, y yo te recompensaré por el amor que has profesado a mi hermana."
   Sadko volvió por la noche con tres pescadores y tres redes. Echaron los aparejos, y, al recogerlos, en el primero había peces blancos como la nieve, en el segundo, peces de color rojo vivo, y en el tercero, otros de colores variados, que brillaban a la luz de la luna.















fragmento de "Sadko el mercader"
en "Cuentos y leyendas de la vieja Rusia"
ed. Espasa-Calpe (1943)


martes, 5 de mayo de 2015

proceso












   Así es el comienzo: se interioriza la visión, se adentran los sonidos. Se demora el pensamiento y todo se interroga.


   El alma galopa hacia los ocho confines del espacio. El espíritu vaga errante por alturas infinitas.


   Al acercarse, la emoción poco a poco se convierte en luz. Las cosas se reflejan e intercambian su claridad.


   A la deriva, entre cielos y abismos, te dejarás llevar por la gran corriente, bañándote en las aguas del manantial, internándote en su profunda hondura.


   Así, verás pasado y presente en un único instante, y abarcarás los inmensos mares en tan sólo un abrir y cerrar de ojos.
















Lu Ji (261-303 d.n.e.)
fragmentos del "Wen fu"
prosopoema del arte de la escritura
trad. Pilar González España
ed. Cátedra (2010)



lunes, 4 de mayo de 2015

inercia













la canoa 

deslizada 

en la inercia

de la última palada





el arribo 

a un 

gran silencio





donde escuchar

los sonidos del mundo













de "Napa" (2002)