sábado, 31 de julio de 2021

en enigma

 




El amor no pasará jamás.

Desaparecerán las profecías.

Cesarán las lenguas.

Desaparecerá la ciencia.

Porque parcial es nuestra ciencia

y parcial nuestra profecía.

Cuando venga lo perfecto,

desaparecerá lo parcial.


Cuando yo era niño,

hablaba como niño,

sentía como niño,

razonaba como niño.

Al hacerme hombre,

dejé todas las cosas de niño.


Ahora vemos en un espejo,

en enigma.

Entonces veremos 

cara a cara.

Ahora conozco

de un modo parcial,

pero entonces conoceré

como soy conocido. 









de 'Primera epístola a los Corintios' 13 (fragmento)

versión en base a "El libro del Pueblo de Dios"

y "Nueva Biblia de Jerusalén"



viernes, 30 de julio de 2021

así como la madre (alchimia XXXIX)



 


   La tierra (como prima materia) no es un cuerpo muerto, sino que en ella mora el espíritu, que es la vida y el alma de la tierra. Todas las criaturas, incluso los minerales, reciben sus fuerzas del espíritu de la tierra. El espíritu es vida; lo nutren las estrellas y él a su vez nutre a todo lo que vive y que lleva oculto en su seno. Así como la madre incuba a su hijo no nacido, la tierra también incuba en su seno a los minerales, mediante el espíritu que le ha sido concedido desde lo alto. 









Basilio Valentino

citado en 'El tesoro escondido' (fragmento)

de "Psicología y Alquimia"

C. G. Jung

trad. Alberto Luis Bixio

ed. Santiago Rueda (1957)



jueves, 29 de julio de 2021

destinadas antaño

 




Las plantas, destinadas antaño a la inmovilidad, amenazadas por la muerte, dieron curso a muchos ardides para sobrevivir. En las condiciones más extremas que podía otorgar la superficie emergida de la tierra (...) las plantas situadas en condiciones difíciles, a fin de no perecer, se las ingeniaron en todas las direcciones imaginables, tantearon todas las posibilidades disponibles a su alrededor. Esas transacciones originarias, que tienen lugar en la superficie del suelo, son los brotes de las danzas. En el espacio malévolo, o bien tórrido, o bien helado, un día las plantas inventaron la superficie mínima. Es el acurrucamiento. Más tarde recurrieron a la lentitud. Como apelaban a las reservas más remotas, profundas, invisibles, inagotables, inevaporables, debajo de la tierra, drenaban todo lo que podía haber de vida, en cualquier forma que tuviera, en el mundo infernal. Lento, extremadamente lento es el ascenso de ese mundo subterráneo al mundo de luz. 

   Es la naturaleza en la superficie de la tierra.

   Tal como antaño habían incorporado al sol para alimentarse, finalmente las plantas usaron la noche para brindarse a sí mismas su alegría con el rocío que producen transpirándolo en las horas en que la sombra es más profunda. Su sexo entonces es su olor.

   Son las flores.

   Tales son quizás los tres primeros estadios de la danza así como lo son de la naturaleza. Acurrucamiento. Lentitud. Oscuridad. 










del Capítulo IX - 5. 'La naturaleza'

en "El origen de la danza"

Pascal Quignard

trad. Silvio Mattoni

ed. Interzona (2017)


miércoles, 28 de julio de 2021

muchos como éste

 



   Las ondas acústicas y visuales constituyen las hebras del sistema nervioso del cuerpo social. Es inquietante cómo fosforece el globo terrestre de comunicaciones. El hombre ha soñado. Tal vez cambie el sueño algún día. Ha tenido muchos como éste.

   Hay que distinguir entre televisión y telepatía, que no depende de aparatos y no puede comprenderse como «radio del cerebro». La madre se entera de la muerte del hijo, que se ahoga en los mares del Sur, no a la velocidad de la luz, sino de manera sincrónica. 










de 'Wilflingen, 29 de noviembre de 1987' (fragmento)

en "Pasados los setenta IV"

Ernst Jünger

trad. Isabel Hernández

ed. Tusquets (2011)


martes, 27 de julio de 2021

de dónde llegan

 



¿No nos permitirá la simple fe entrar un día en el Paraíso? ¿Pero de dónde llegan las flores, las mariposas y los pájaros que hay en el jardín? Yo creo que del mismo lugar de donde llegan los hombres. La muerte no sólo eleva al hombre a un plano superior: eleva también a toda la interdependiente cadena de seres vivos. Me parece una absurda interpretación de la doctrina de la inmortalidad aquella que la restringe al hombre o, aún, a ciertos hombres intelectual o moralmente desarrollados. En esta cuestión los pueblos más primitivos dan la mejor respuesta. El habitante de Laponia sabe que hallará a su reno en el otro mundo, y el samoyedo a su perro. 









de 'extensiones' - G. T. Fechner (1851)

en "Libro del cielo y del infierno"

comp. Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares

ed. Sur (1960)

lunes, 26 de julio de 2021

luego las montañas

 




En el comienzo las montañas eran montañas

y los ríos eran ríos.


Luego las montañas dejaron de ser montañas

y los ríos de ser ríos.


Ahora las montañas son montañas

y los ríos son ríos. 












sentencia Zen

versión R. M.

domingo, 25 de julio de 2021

los puentes oscuros

 




Tengo himnos, que callo.

Hay un estar erguido

en el que inclino mis sentidos:

tú me ves grande y soy pequeño.

Tú puedes distinguirme, oscuramente,

de esas cosas que se arrodillan;

son igual que rebaños que estuvieran paciendo;

y yo soy el pastor, en la ladera

del páramo, ante quien acuden por la tarde. 

Entonces voy tras ellas

y escucho el sordo canto de los puentes oscuros,

y en el vaho de sus lomos

se esconde mi regreso. 






de 'El libro de la vida monástica' (fragmento)

en "El libro de horas"

Rainer Maria Rilke

trad. Federico Bermúdez-Cañete

ed. Lumen (1999)


 

sábado, 24 de julio de 2021

una mesa, dos sillas



 


   Morraha se levantó por la mañana, se lavó las manos y la cara, rezó sus oraciones, tomó su desayuno y pidió a Dios un próspero día para él. Luego bajó a la orilla del mar, y vio una barca, pequeña y verde, que venía hacia él; y en ella había un joven gimnasta, jugando con un bastón desde la proa hasta la popa del bote. Era un bastón de oro, y de plata la pelota que golpeaba, y no dejó de jugar hasta que la barca llegó a la orilla. Entonces, lanzó un cabo a una roca y tirando de él la depositó suavemente sobre la hierba verde, y la aseguró con tales amarraduras como si para un año y un día tuviese que hacerlo y no tan sólo para unas pocas horas. 

   Morraha saludó al joven con cortesía; el otro le devolvió el saludo de la misma manera y le preguntó si quería jugar una partida de cartas con él. Morraha contestó que no tenía con qué; a lo que el otro le respondió que él "nunca estaba sin una vela", o algo por el estilo; y metiéndose la mano en el bolsillo, sacó como por encantamiento una mesa, dos sillas y un mazo de cartas.

   Se sentaron en las sillas y se pusieron a jugar. Morraha ganó la primera partida, y el Esbelto Atleta Rojo le invitó a que fijara la ganancia.   











de 'Morraha' (fragmento)

en "Cuentos Celtas"

Joseph Jacobs

trad. Ramón Martínez Castellote

ed. Miraguano (1985)


viernes, 23 de julio de 2021

la casa del sol

 

  


   Sybælc nació de noche, pero al amanecer, el Sol miró por la ventana de la casa de  Uærxtænæg, y sus rayos juguetearon y destellaron en los ojos del bebé, cuya cara se iluminó. Viéndolo,  Uærxtænæg sonríe de alegría, y cuando su mujer le pregunta la causa, responde:

   –Siempre me inquietaba por nuestro hijo, pero ahora veo que todo irá bien. Anoche nació una niña en la casa del Sol y en seguida se enamoró de nuestro pequeño. 








de 'El primogénito desconocido' (fragmento)

en "Mito y Epopeya I"

Georges Dumézil

trad. Eugenio Trías

ed. Seix Barral (1977)


jueves, 22 de julio de 2021

la Estrella Polar

 



Una piedra molar octogonal atraviesa el aire;

Un león de piel dorada se ha transformado en perro;

Si usted quiere ocultarse en la Estrella Polar

Dese vuelta y ponga las manos detrás de la Estrella del Sur.








ge zen

en "La pintura zen y otros ensayos sobre Arte Japonés"

Osvaldo Svanascini

ed. Kier (1979)

miércoles, 21 de julio de 2021

el cuerpo de lo visible

 




   Cuando Hades habló de raptar a Core, Zeus sintió que había llegado el momento en que un nuevo anillo se sumara al nudo de las serpientes. Esta vez, sin embargo, no le tocaba a él actuar. Sería un testigo cómplice. Sobre el cuerpo de lo visible lo invisible reafirmaba ahora sus derechos con el rigor más severo: sus relaciones, largo tiempo difundidas y mezcladas en la vida sobre la tierra, encontrarían en otro lugar su baricentro. 

   Hades reivindicaba la supremacía del otro mundo: aislado, separado, silencioso. Pero ese otro mundo culminaba en la flor de lo visible, y esa flor era Perséfone. Junto a ella, el secreto de la serpiente, que –de serpiente en serpiente– se había transmitido hasta Zeus serpiente, emigraría entonces a lo invisible, y el propio Zeus tendría que cederlo para que siguiera actuando. Esa visita presagiaba un momento de inmenso desequilibrio en el Olimpo y en la tierra. 






del capítulo VII (fragmento)

en "Las bodas de Cadmo y Harmonía"

Roberto Calasso

trad. Joaquín Jordá

ed. Anagrama (1990)


martes, 20 de julio de 2021

no el único

 




El mundo que conocemos no es el único que ha creado Dios. 

Dios construye continuamente otros mundos 

que continuamente va destruyendo: 

no le proporcionan ninguna alegría.











sentencia midrásica, en 'Adán o el misterio del principio'

de "Celebración Bíblica"

Elie Wiesel

trad. Magdalena Guilló

ed. Milá / Editor (1988)

lunes, 19 de julio de 2021

que dan frutos

 



  (...) Al llegar le dijo Nasuk a su esposa:

   –Aquí vamos a sembrar.

   Y luego se sentaron bajo la sombra de un frondoso árbol. Así sentados, Nasuk llamó a Yiyekle, el Tapir. Inmediatamente llegó. Le ordenó que arrancara todos los troncos que se encontraban en el campo. Después llamó a Jo´ok, Palo Santo, y le ordenó que sacara todo el pasto. Entonces llamó a Jojakzini, el Torbellino. Era enorme. Le mandó que limpiara toda la basura que había allí. El pasto, los troncos arrancados y todo lo demás. Quedó el campo muy limpio. Nasuk se puso a llamar a Ofo, la Paloma, dicíendole:

   –Siembra este maíz que tiene el mismo color que tu cuello. 

   Luego llamó a Aoyakzini, la Araña, y le dijo:

   –Siembra este maíz que tiene la misma forma que tu cuerpo.

   Y siguió llamando a los pájaros, animales del monte e insectos, para confiarles a cada uno de ellos la siembra de las semillas de sandía, zapallo, melón, anco, calabaza y todas las otras plantas que dan frutos para comer. 








de 'Textos Nivakle': 'Nasuk' (fragmento)

en "Las culturas condenadas"

comp. Augusto Roa Bastos

ed. Siglo Veintiuno (1987)


domingo, 18 de julio de 2021

leyes análogas

 




   Todos los movimientos naturales del alma se rigen por leyes análogas a las de la gravedad física. La única excepción la constituye la gracia. 













de 'La gravedad y la gracia' 

Simone Weil

trad. Carlos Ortega

ed. Trotta (2007)   

sábado, 17 de julio de 2021

mil codos

 



   Me llevó a la entrada de la Casa, y he aquí que debajo del umbral de la Casa salía agua, en dirección a oriente, porque la fachada de la casa miraba hacia oriente. El agua bajaba de debajo del lado derecho de la Casa, al sur del altar. Luego me hizo salir por el pórtico septentrional y dar la vuelta por el exterior, hasta el pórtico exterior que miraba hacia oriente, y he aquí que el agua fluía del lado derecho. El hombre salió hacia oriente con la cuerda que tenía en la mano, midió mil codos y me hizo atravesar el agua: me llegaba hasta los tobillos. Midió otros mil codos y me hizo atravesar el agua: me llegaba hasta las rodillas. Midió mil más y me hizo atravesar el agua: me llegaba hasta la cintura. Midió otros mil: era ya un torrente que no pude atravesar, porque el agua había crecido hasta hacerse un agua de pasar a nado, un torrente que no se podía atravesar. Entonces me dijo: «¿Has visto, hijo de hombre?» Me condujo, y luego me hizo volver a la orilla del torrente. Y al volver vi que a la orilla del torrente había gran cantidad de árboles, a ambos lados. 











de Ezequiel 47, 'La fuente del Templo' (fragmento)

en "Nueva Biblia de Jerusalén"

trad. Manuel Revuelta

ed. Desclée De Brouwer (1984)



jueves, 15 de julio de 2021

ahora nuestro número

 



   Todo discípulo debía trabajar para su maestro. Cuando Gáutama aceptó a Satyakama eligió cuatrocientas vacas flacas y débiles y le dijo: "Cuídalas, hijo mío." Al alejarse con ellas, Satyakama aseguró: "No volveré hasta que haya mil vacas.¨ Cierto día el toro del rebaño lo llamó: "¡Satyakama!" Este contestó: "Sí, señor." El toro le dijo entonces: "Querido muchacho, ahora nuestro número asciende a un millar. Llévanos de regreso a la casa del maestro y te diré una cuarta parte de la naturaleza del Ser." Satyakama repuso: "Dímelo ahora." El toro dijo: "Una parte es el este, otra parte el oeste, otra el sur y otra el norte. Este cuarto del Ser es en cuatro partes; se le llama el Resplandeciente. Quienquiera esto sepa, resplandecerá en este mundo."







de 'Chandogya Upanishad' (fragmento)

en "La sabiduría del bosque - Las Upanishad"

Geoffrey Parrinder

trad. Ana Leonor Calvera

ed. Lidiun (1980) 

martes, 13 de julio de 2021

hacia tus orillas

 





¿Vuelven las grullas hacia ti?, ¿y dirigen de nuevo

hacia tus orillas su rumbo las naves?; ¿acarician 

brisas propicias tus olas tranquilas?, ¿y solea el delfín

sus lomos a la nueva luz, atraído desde lo profundo?

¿Florece Jonia?; ¿es ya tiempo?, pues siempre en primavera,

cuando a los vivientes se les renueva el corazón y despierta

en el hombre el primer amor y el recuerdo de los tiempos dorados,

¡vengo yo a ti, anciano, y te saludo en tu silencio!












'El archipiélago' (fragmento)

Friedrich Hölderlin

trad. Luis Díez del Corral

ed. Alianza (1985)


domingo, 11 de julio de 2021

Vedbæk


 




 

 

Recuerdo haberlo leído.


Un artículo mínimo en el diario,

escondido entre noticias de codicia y odio y furia.


Una mujer y su bebé

–de la edad de bronce–

los encontraron enterrados juntos

recostados sobre el ala de un cisne.


Tierno y extraño a la vez. 

  

Tendidos en íntima oscuridad, 

los pequeños cuerpos abrazados, 

no sobre el suelo sino acunados 

en el suave hueco envolvente del ala de un cisne. 

 

Ocre rojo sobre blanco de pluma.


Entregados al paisaje, entregados al tiempo.


Enterrados al aullido de la luna del lobo,


en el calmo silencio nevado del largo diciembre,


en la oscuridad salpicada de azul.


 

¿Y sentiste, en tu corazón, como era parte de todo?


¿Y finalmente descubriste también el porqué de la belleza? 


¿Y cambiaste tu vida?

 














'Vedbæk'

Ailie Robertson

(la cursiva pertenece al poema 'Cisne' de Mary Oliver)

versión: R.M.

viernes, 9 de julio de 2021

su extensión (oneiros XXXII)

 



   Judas le dijo: «Me he visto a mí mismo en una visión. Los doce discípulos me lapidaban, me perseguían [enconada]mente. Y también [lle]gué al lugar [.........] detrás de ti. Vi [una casa.....], pero mis ojos no fueron capaces [de medir] su extensión. Pero algunos grandes ancianos la rodeaban, y estaba techada de vegetación. En la casa ha[bía] una mul[titud............]. Maestro, llévame [con] ellos».









de 'Traducción del Evangelio de Judas' (fragmento)

en "El Evangelio de Judas y la formación del cristianismo"

Elaine Pagels y Karen L. King

trad. Antonio Francisco Rodríguez

ed. Kairós (2008)




miércoles, 7 de julio de 2021

moradas subterráneas (bestiario XVI)

 



   Naturalistas y poetas antiguos (...) presentan al ciervo como particular e implacable enemigo de todas las serpientes, a las que persigue en su odio hasta bajo tierra. (...) Marcial y Plutarco añaden que el ciervo, con el aliento de sus narices –otros dicen que de su boca– hace salir a las serpientes de sus moradas subterráneas y que entonces las devora, adquiriendo con ello una nueva juventud.










de 'El ciervo' (fragmento)

en "El bestiario de Cristo"

L. Charbonneau-Lassay

trad. Francesc Gutiérrez

ed. José J. de Olañeta (1997)


lunes, 5 de julio de 2021

vino el día

 





Vino el día, el sol me abrasó,

vino la sombra (de la noche), el Viento del Sur me abrumó,

mi voz de dulce miel ha llegado a ser estridente,

todo lo que me daba placer se ha convertido en polvo. 












de 'Himno a Inanna' (fragmento)

en "Himnos sumerios"

trad. Federico Lara Peinado

ed. Tecnos (1988)


sábado, 3 de julio de 2021

relatividad de los presentes (temporalia XXX)

 




   Según Cronos, sólo existe el presente en el tiempo. Pasado, presente y futuro no son tres dimensiones del tiempo; sólo el presente llena el tiempo, el pasado y el futuro son dos dimensiones relativas al presente en el tiempo. Es decir, que lo que es futuro o pasado respecto de un cierto presente (de una cierta extensión o duración) forma parte de un presente más vasto, de una extensión o duración mayor. Siempre hay un presente más vasto que reabsorbe el pasado y el futuro. La relatividad del pasado y el futuro respecto del presente implica pues una relatividad de los presentes mismos unos con respecto de otros. El dios vive como presente lo que es futuro o pasado para mí, que vivo en presentes más limitados. Un encajonamiento, un enrollamiento de presentes relativos, con Dios como círculo extremo o envoltura exterior, éste es Cronos. 









de Gilles Deleuze / 'Lógica del sentido'

en "Sobre el Tiempo" 

Comp. Guido Indij

ed. la marca editora (2014) 

jueves, 1 de julio de 2021

lleno de pensamientos

 



 "Ese verano fui testigo, en Alexandropol, de otro acontecimiento que no pude explicarme en absoluto.

   Frente a la casa de mi tío había un terreno baldío, en medio del cual se levantaba un bosquecillo de álamos. Me gustaba el lugar e iba a menudo a sentarme allí con un libro o un trabajo cualquiera. Siempre veía jugar allí pilluelos que venían de todos los barrios circundantes. formaban una horda heteróclita y abigarrada: había Armenios, Griegos, Kurdos, Tártaros que hacían una algarabía increíble; pero eso nunca me impedía trabajar. 

   Ese día, estaba sentado bajo los álamos, con un trabajo que me había encargado un vecino. Se trataba de dibujar sobre un escudo, que quería colgar al día siguiente sobre la puerta de su casa con motivo del matrimonio de su sobrina, las iniciales entrelazadas de los jóvenes esposos. Además de las iniciales tenía que inscribir en el escudo el día y el año. 

   Ciertas impresiones fuertes se graban profundamente en la memoria. Todavía recuerdo cuánto me costaba disponer lo mejor posible las cifras del año 1888.

   Estaba sumergido en mi trabajo cuando de repente resonó un grito espantoso. Salté sobre mis pies, convencido de que a alguno de los niños le había ocurrido un accidente.

   Corrí, y vi el cuadro siguiente:

   En el centro de un círculo trazado en el suelo, un niño sollozaba haciendo extraños movimientos, mientras los demás se mantenían a cierta distancia, se reían y se burlaban de él.

   Como no comprendía nada, pregunté que pasaba. Me dijeron que el niño pertenecía a la secta de los yezidas, que habían trazado un círculo alrededor de él y que no podría salir de allí mientras no lo borraran. 

   El niño intentaba verdaderamente con todas sus fuerzas salir del círculo encantado, pero por más que se debatía, no podía lograrlo.

   Corrí hacia él y borré rápidamente una parte del círculo. Inmediatamente el chiquillo brincó y huyó a pierna suelta. 

   Estaba tan aturdido que me quedé helado en el sitio, en la misma posición, como hechizado, hasta que al fin recobré mi capacidad normal de pensar. 

   Ya había oído hablar de los yezidas, pero mi pensamiento nunca se había detenido en eso. El suceso que acababa de desarrollarse ante mis ojos, y que tanto me había sorprendido, me forzaba ahora a reflexionar seriamente en ello. 

   Miré alrededor de mí y vi que los muchachos habían vuelto a sus juegos. Regresé a mi lugar, lleno de pensamientos, y me puse otra vez a dibujar las iniciales. El trabajo ya no marchaba nada bien, y sin embargo tenía que terminarlo a toda costa. (...)"
















de 'Bogatchevsky' (fragmento)

en "Encuentros con hombres notables"

G. I. Gurdjieff

trad. Nathalie de Etievan - Cástor S. Goa

ed. Hachette (1982)