miércoles, 31 de enero de 2018

las bodas





   Igual de grande y cubierto de flores hay un árbol así en Nyboder. Allí creció en el rincón de un patio pequeño y pobre; bajo este árbol estaban sentados una tarde, bajo el sol más agradable, dos ancianos: un marinero, viejo, viejo, y su mujer, vieja, vieja. Eran abuelos y pronto celebrarían sus bodas de oro, pero no podían recordar cuál era exactamente la fecha, y Madre Saúco estaba sentada en el árbol y parecía divertirse mucho, como ahora.
   –¡Yo sí que sé cuándo son las bodas de oro! –decía, pero ellos no la oían, hablaban del tiempo viejo.
   –Sí, ¿te acuerdas –decía el viejo marinero– de cuando éramos niños y corríamos y jugábamos? Era en este mismo patio en que estamos ahora y hacíamos un huerto plantando ramitas en la tierra.
   –¡Sí –decía la anciana– ya lo creo que me acuerdo! Y regábamos los troncos y uno de ellos era una rama de saúco, que echó raíz y sacó brotes verdes y ahora está convertido en el gran árbol bajo el que nos sentamos los viejos.
   –Claro que sí –dijo él–, y allí en el rincón había una barrica con agua; en ella flotaba mi barco, que yo mismo había construido, ¡cómo navegaba! Pero yo navegué pronto de muy otra manera. 
   –Sí, pero antes fuimos a la escuela y nos instruimos un poco –dijo ella–, y después fuimos confirmados; los dos lloramos; pero por la tarde subimos cogidos de la mano a la Torre Redonda y contemplamos el panorama de Copenhague y el mar; también fuimos a Frederiksberg, donde el rey y la reina navegaban por los canales en sus espléndidos barcos.
   –Pero yo salí a la mar de muy otra manera y durante muchos años estuve muy lejos en largos viajes.
   –Sí, no me cansaba de llorar por ti –dijo ella–. ¡Creía que habías desaparecido y muerto y que estarías en el fondo del mar! Muchas noches me levantaba a ver si giraba la veleta; sí, se movía, pero tú no venías. Me acuerdo perfectamente cómo un día en que llovía a cántaros, vino el basurero ante la casa en la que yo servía, bajé con la basura y me quedé en la puerta, qué tiempo más horrible; y mientras estaba allí, se acercó el cartero y me dio una carta; era tuya; sí, ¡las vueltas que había dado! la abrí y la leí; reía y lloraba; ¡era tan feliz! Decía que estabas en tierras cálidas, donde se daban los granos de café, ¡debía ser un país maravilloso! Contabas tantas cosas y yo lo veía todo; mientras, la lluvia caía a cántaros y yo seguía con la basura. De pronto vino alguien y me cogió por la cintura. 
   –¡Sí, pero tú le diste un buen sopapo en la oreja, que sonó como un tiro!
   –¡Cómo iba yo a saber que eras tú! Habías venido al tiempo que tu carta; y estabas tan guapo; aún lo eres, llevabas un largo pañuelo de seda amarillo en el bolsillo y un sombrero de brillo; estabas muy elegante. ¡Dios mío, qué tiempo hacía y cómo estaba la calle!





















Hans Christian Andersen (1835-1872)
de 'Madre Saúco' (fragmento)
en "La sombra y otros cuentos"
trad. Alberto Adell
ed. Alianza (1986)


martes, 30 de enero de 2018

con exactitud





   En cierta ocasión Afanti quiso bromear con el primer ministro de su país y le predijo que al día siguiente moriría. Para sorpresa de todos, el día indicado por Afanti, el funcionario cayó del caballo y murió. Al enterarse de lo ocurrido, el emperador dio orden a sus subordinados de arrestar a Afanti y conducirlo a su presencia. 
   Cuando Afanti hubo llegado al palacio, el emperador le recriminó:
   –Debido a tus fatales predicciones, el primer ministro ha fallecido. ¿Sabes el castigo que debes sufrir?
   –Si Su Majestad afirma que soy el causante de la muerte del primer ministro, tiene plenas facultades para condenarme.
   –Pues bien, puesto que sabías de antemano la fecha en que moriría el primer ministro, debes saber también la de tu propia muerte. Si no respondes con exactitud, será hoy el día de tu fin.
   –¿No lo sabe Su Majestad? –replicó Afanti en tono de convicción–. Mi muerte ocurrirá exactamente dos días antes de que Su Majestad abandone este mundo.
   Ante tales palabras, el emperador dejó a Afanti en libertad, recomendándole cuidar su salud y augurándole una vida lo más larga posible.


















'Predicción salvadora'
en "Cuentos de Afanti"
trad. Zhao Shijie
ed. Ediciones en Lenguas Extranjeras (1986)

lunes, 29 de enero de 2018

todas las estaciones






   Se puso sobre su cuerpo los vestidos que las Gracias y las Horas habían hecho y teñido con cuantas flores primaverales traen consigo las Horas: azafrán, jacinto, violeta lozana, hermoso capullo de rosa, dulce como el néctar, cálices en flor fragantes como la armonía de narciso y de lirio. Tales vestidos, perfumados por todas las estaciones, fueron los que Afrodita se puso.






















de las 'Ciprias'
en "Ciclo Épico-Ciclo Tebano-Ciclo Troyano"
trad. Alberto Bernabé Pajares
ed. Gredos/Planeta DeAgostini (1996)

domingo, 28 de enero de 2018

un enredo






   De hecho, cualquier palabra hablada está condenada, pues da pie a un enredo de malentendidos. Solo la experiencia de las palabras a través de la vida abre el acceso al significado. Incluso las matemáticas no pueden escapar a este teorema poético.





















Basarab Nicolescu
de 'IV. Meaning'
en "The Hidden Third'
ed. Quantum Prose (2016)

versión: RM

sábado, 27 de enero de 2018

aquello que llueve






   Un día pasó un perro sabio junto a una reunión de gatos.

   Acercóse más, y como los viera muy ocupados y sin notar su presencia, se detuvo.

   Entonces surgió de entre medio de la reunión un enorme y solemne gato, quien, contemplando al resto, dijo: "Hermanos, orad; y cuando hayáis orado una y otra vez, sin dudar de nada, verdaderamente entonces lloverán ratones."

   Al oir esto, el perro rió en su corazón y alejóse de ellos murmurando: "Oh ciegos y tontos gatos, ¿no ha sido escrito acaso, y no lo sé yo, y mis padres antes que yo, que aquello que llueve por oración y fe y súplicas no son ratones sino huesos?"



















Khalil Gibran (1883-1931)
'El perro sabio'
en "El loco"
trad. Jorge Sarhan
ed. Goncourt (1975)

viernes, 26 de enero de 2018

en redondo (bestiario IX)





   Si en alta mar un piloto ve que una bandada de grullas se vuelve hacia atrás, esto le da indicios de que las aves han dejado de volar hacia adelante a causa de algún viento adverso; por así decir, se convierte de inmediato en alumno aplicado, vira en redondo y logra que su nave no sufra daños. Es decir que el arte de la navegación, una disciplina y conocimientos captados por primera vez por las grullas, fue comunicada más tarde a los hombres. 



















Claudio Eliano (175-235 d. C.)
del 'Libro III'
en "Historia de los animales"
trad. María Otero
ed. Hyspamérica (1985)

jueves, 25 de enero de 2018

secretamente






EL ARMARIO

¿Y acaso no escucha secretamente el espíritu
la música que me es ocultada,
acordes que mantienen a las estrellas en sus cursos,
brotes de sonido desde la semilla de luz temprana?

Si no fuese por los órdenes de la música oculta
seríamos reclamados por el vacío preponderante.











THE CLOSET

And does not the spirit attend secretly
the music that is hidden away from me,
chords that hold the stars in their courses,
outfoldings of sound from the seed of first light?

Were it not for the orders of music hidden
we should be claimd by the preponderant void.










Robert Duncan (1919-1988)
'The closet'
de 'Four pictures of the real universe'
en "The opening of the field"
ed. New Directions (1973)

versión: RM

miércoles, 24 de enero de 2018

suficiente






   Un zorro contempló su sombra al amanecer y dijo: "Hoy comeré un camello en el almuerzo." Y pasó toda la mañana buscando camellos. Mas, al mediodía miró su sombra otra vez, y dijo: "Un ratón será suficiente."























Khalil Gibran (1883-1931)
'El zorro'
en "El loco"
trad. Jorge Sarhan
ed. Goncourt (1975)

martes, 23 de enero de 2018

recintos de la tierra






LA PRADERA

El Gran Sol En Persona llega
a devorar mi corazón, pide
que Yo me retorne a mí mismo dentro de Sí.

Y el blanco cuerpo, una Luna,
en los recintos de la Tierra gira.
¡Cómo atraen tras ellos al Mar los Muertos!

Pero los Vivos, los corpúsculos inmortales
navegan sin sombra
hacia las piras del Sol. 











THE PASTURE

The Great Sun Himself comes
to eat at my heart, asks
that I return myself into Him.

And the white body, a Moon,
in the precincts of the Earth revolves.
How the Dead draw the Sea after them!

But the Living, the immortal corpuscles
sail without shadow
toward the pyres of the Sun.












Robert Duncan (1919-1988)
'The pasture'
de 'Four pictures of the real universe'
en "The opening of the field"
ed. New Directions (1973)

versión: RM

lunes, 22 de enero de 2018

el gran océano VIII






   Luego, oh bhikkhus, el gran océano es la residencia de grandes seres. Los seres que se encuentran en él son: el timi, el timingala, el timitimingala, asuras, nâgas, gandharvas. Existen también en el gran océano animales de cien yojanas de tamaño, animales de doscientas yojanas, animales de trescientas yojanas, animales de cuatrocientas yojanas, animales de quinientas yojanas. Que el gran océano, oh bhikkhus, sea la residencia de grandes seres, siendo los seres que se encuentran en él: el timi, el timingala, el  timitimingalaasurasnâgasgandharvas y que existan también en el gran océano animales de cien yojanas de tamaño, animales de doscientas yojanas, animales de trescientas yojanas, animales de cuatrocientas yojanas, animales de quinientas yojanas, ésta, oh bhikkhus, es la octava cosa maravillosa y extraordinaria del gran océano. Cada vez que la ven, los Asuras se regocijan con el gran océano.


























de 'El Uposatha' (fragmento)
en "Udāna - La palabra de Buda"
trad. Carmen Dragonetti
ed. Monte Avila (1972)

domingo, 21 de enero de 2018

esas fuentes






   Cuando Fat-Frumós volvió por la noche encontró a su madre otra vez en la cama, retorciéndose de dolor y dando ayes. De nuevo la había aconsejado el zmeu.
   –Hijo mío –dijo la muy ladina–, yo sé que me quieres, pero esta vez nada podrás hacer por mí para salvarme. Santa Viernes me ha dicho en sueños que si no me dan Agua Muerta de la Fuente Muerta y Agua Viva de la Fuente Viva, no sanaré. Pero eso es muy difícil y el peligro es muy grande...
   –No te apures, madre, que yo te traeré esas aguas aunque me vaya la vida en ello.
   A la mañana siguiente, muy temprano, de nuevo le vio Ileana llegar armado y dispuesto para el camino.
   –¿A dónde vas ahora, Petre valiente? –le preguntó.
   –Ileana Cosinzana, bonita, de tu trenza caen florecitas, voy a buscar remedios para mi madre.
   Y le contó el sueño del Agua Muerta y el Agua Viva.
   –Tu madre no quiere tenerte, sino perderte –le contestó ella suspirando–. Pero si vas a esas fuentes, para coger agua espera a que el sol esté a mediodía, en lo alto, y entonces llena un frasco en una de ellas. Escóndete después y no te muevas hasta el mediodía siguiente, y cuando otra vez esté el sol en lo alto, vuelve a llenar el otro frasco en la otra fuente. Corre luego y galopa todo lo rápido que pueda tu caballo, y pase lo que pase y oigas lo que oigas, no te vuelvas para mirar hacia atrás. 














de 'Ileana Cosinzana y Petre Fat-Frumós' (fragmento)
en "Donde habita Zamolxe - Leyendas y cuentos populares de Rumanía"
Angela C. Ionescu
ed. Doncel (1973)

sábado, 20 de enero de 2018

en tu fuerza






LA PARED

¡Coronada Bestia de Puro Medrar!
Tú atraviesas la pared del pensamiento,
a través de la pétrea pared, a través de las paredes del cuerpo,
reuniéndolo todo en tu fuerza,
en nada alterándolo.

De tu rugido, vuelan legiones a través del universo
circundan los soles, flamas sonoras de inmediata victoria
que vemos cual flores blancas 
perdidas en el oleaje de la verde mañana.










THE WALL

Crownd Beast of Pure Thriving!
You pass thru the wall of thot,
thru the stone wall, thru the walls of the body,
gathering all into your strength,
altering nothing.

From your roar, legions fly thru the universe
ringing the suns, sounding flames of immediate victory
lost in the waves of morning green.










Robert Duncan (1919-1988)
'The wall'
de 'Four pictures of the real universe'
en "The opening of the field"
ed. New Directions (1973)

versión: RM

viernes, 19 de enero de 2018

el gran océano VII





   Luego, oh bhikkhus: el gran océano tiene numerosas, infinitas piedras preciosas. Las piedras preciosas que se encuentran en él son, a saber: perlas, cristales, lapislázuli, madreperla, cuarzo, coral, plata, oro, rubí, esmeralda. Que el gran océano, oh bhikkhus, tenga numerosas, infinitas piedras preciosas, siendo las piedras preciosas que se encuentran en él, a saber: perlas, cristales, lapis lázuli, madreperla, cuarzo, coral, plata, oro, rubí, esmeralda, ésta, oh bhikkhus, es la séptima cosa maravillosa y extraordinaria del gran océano. Cada vez que la ven, los Asura se regocijan con el gran océano.


















de 'El Uposatha' (fragmento)
en "Udāna - La palabra de Buda"
trad. Carmen Dragonetti
ed. Monte Avila (1972)

jueves, 18 de enero de 2018

sus cazadores






EL PORTAL


Oh Señores de la Intensidad, iniciados en catástrofe:
la estrella observada por Tycho Brahe en 1572
visible en diáfana luz diurna, la estrella
registrada por astrónomos Chinos en el año
1504, la estrella de nuestro Señor . . .
           hacia los holocaustos del helio
envía el espíritu voraz sus cazadores.

La Reina que mora en la oscuridad
se alimenta de la muerte de estrellas, devora
emanaciones surgidas de luz perecedera.








THE GATE

O Lords of Intensity, initiates of catastrophe:
the star observed by Tycho Brahe in 1572
visible in bright daylight, the star
recorded by Chinese astronomers in the year
1504, the Star of our Lord . . .
           into the holocaust of helium
the ravenous spirit sends out its hunters.

The Queen that dwells in the dark
feeds on the death of stars, devours
emanations out of light perishing.
















Robert Duncan (1919-1988)
'The gate' 
de 'Four pictures of the real universe'
en "The opening of the field"
ed. New Directions (1973)

versión: RM



martes, 16 de enero de 2018

sangrienta zarpa





   Beowulf, vástago de Ecgtheow, respondió:
   –Hazañas hemos alcanzado con intrépido corazón; con bravura rechazamos las astucias del monstruo; dichoso estaría de ver al abyecto y sus armas transformados en despojo. Bien sé que mi puño pudo condenarlo a la muerte, si no se hubiera desprendido de mis manos cuando ya la ruina lo abrazaba. Pero Dios dispuso las cosas de otro modo; aunque mucha fuerza desplegué, el brutal asesino, con pujanza, se soltó de mí. Y aunque pudo huir, de poco le sirvió al desdichado proscrito: cercenado de garra, brazo y hombro, su tiempo escasea; torturado por sus ofensas, encadenado por sus heridas, los estigmas de la muerte lo sentencian a su hora final, cuando deba abandonarse al veredicto de Dios. 
   El hijo de Ecglaf enmudeció (alardear ya no quería de sus logros en combate), pues los guerreros no salían del asombro al contemplar la garra del monstruo colgada en el techo, los dedos de la zarpa remataban en uñas afiladas como el acero, espectáculo pavoroso y sombrío la traza del temible impío. Según decían, no había espada capaz de postrar a semejante fiera, cercenándole su sangrienta zarpa.


















en "Beowulf" (fragmento)
Anónimo
trad. Armando Roa Vidal
ed. Norma (2012)

lunes, 15 de enero de 2018

el gran océano VI






   Luego, oh bhikkhus: el gran océano tiene un solo sabor, el sabor salado. Que el gran océano, oh bhikkhus, tenga un solo sabor, el sabor salado, ésta, oh bhikkhus, es la sexta cosa maravillosa y extraordinaria del gran océano. Cada vez que la ven, los Asuras se regocijan con el gran océano.






















de 'El Uposatha' (fragmento)
en "Udāna - La palabra de Buda"
trad. Carmen Dragonetti
ed. Monte Avila (1972)

domingo, 14 de enero de 2018

junco







Al andar, las libélulas se van posando en mi sombrero de junco




Kasa ni tombo o tomarasete aruku






















Taneda Santôka (1882-1940)
en "Saborear el agua"
trad. Vicente Haya & Hiroko Tsuji
ed. Hiperión (2004)

sábado, 13 de enero de 2018

secreta determinación (alchimia XXXIV)





   Antes de aparecer la luna llena, he aquí lo que en una ocasión me fue mostrado: eran grandes hornos provistos de muchos tipos de vasijas y vasos, todos ellos alineados radialmente.
   Cada uno de ellos tenía sus propios sedimentos así como una secreta determinación para alguna obra singular; pero, porqué ocultarlo, ¡tenía además ante mí una cosa tan divina!, se trataba de una masa movediza que era la imagen del verdadero mundo, pues se podía ver en ella la tierra en el centro de todo, rodeada de un agua muy límpida que se elevaba por los valles y peñascos y que producía todo tipo de frutos tras ser rociada con el agua de lluvia que el viento había traído; producía vino, aceite y leche, y piedras preciosas y metales en abundancia. Resaltaban las humeantes aguas que había sobre la superficie, mezcladas con una sal fluida, transparente y blanca, algunas veces rojiza y amarilla, así como tintas rojas y de otros colores, todo ello rodeado de una especie de éter imperceptible; pero lo que más me sorprendió y me admiró fue ver una sola cosa producir tantas cosas distintas por un medio tan insignificante y tan débil, así como ver que todas estas cosas deberían volver conjuntamente a la unidad por un medio más fuerte y más poderoso.
















de 'Del río de las perlas' (fragmento)
en "El arte hermético al descubierto"
Eugenio Filaleteo
trad. Santiago Jubany i Closas
ed. Indigo (1997)

viernes, 12 de enero de 2018

el gran océano V





   Luego, oh bhikkhus: no se ve que el gran océano se vacíe o se llene con todas las corrientes que en la tierra fluyen hacia él ni con todas las lluvias que caen en él desde el cielo. Que no se vea, oh bhikkhus, que el gran océano se vacíe o se llene con todas las corrientes que en la tierra fluyen hacia él y con todas las lluvias que caen en él desde el cielo, ésta, oh bhikkhus, es la quinta cosa maravillosa y extraordinaria del gran océano. Cada vez que la ven, los Asuras se regocijan con el gran océano.




















de 'El Uposatha' (fragmento)
en "Udāna - La palabra de Buda"
trad. Carmen Dragonetti
ed. Monte Avila (1972)

jueves, 11 de enero de 2018

entero e incólume





   Aquel mismo día un vendaval impelió por el mar un barco que llevaba un gran cargamento de trigo y estaba lleno de otras provisiones, y Dios quiso que, entero e incólume, arribara delante del castillo. Sus defensores, en cuanto lo vieron, enviaron a saber y averiguar quiénes eran los del barco y qué venían a buscar. Cuando los del castillo bajaron, fueron al barco y preguntaron qué gente eran, de dónde venían y adónde iban, les contestaron: 
   –Somos mercaderes que llevamos provisiones para vender. Tenemos pan, vino, cecina y bastantes bueyes y cerdos que, si es necesario, se pueden matar.
   Y los del castillo responde:
   –¡Bendito sea Dios, que dio fuerza al viento para que aquí os trajera a orza! Sed bien venidos y desembarcad, que todo se os comprará tan caro como oséis venderlo. Venid enseguida a tomar vuestro dinero, y no os escaparéis de recibir y de contar los lingotes de oro y plata que os daremos a cambio del trigo; y por el vino y por la carne recibiréis un carro cargado de riquezas, y aún más, si es necesario.














de 'En Belrepeire' (fragmento)
en "Perceval o el cuento del grial"
Chrétien de Troyes (1130-1191)
trad. Martín de Riquer
ed. Espasa-Calpe (1992)

miércoles, 10 de enero de 2018

engañado







mundus vult dẹcipi


«El mundo quiere ser engañado»


























en "Verbi Gratia -Diccionario de expresiones latinas"
Victor-José Herrero
ed. Gredos (2007)

martes, 9 de enero de 2018

interminable






La leyenda es interminable:
Comienza donde acaba
En ese círculo está prisionero el hombre
un hombre, una mujer
un mal, un bien
Una madre. Un padre.
Una hija. Un hermano.
Un pájaro que con ojos atentos 
revolotea de rama en rama
y te observa–
¿Quién es ese pájaro?
Es tu alma
Qué dura es la vida de los pájaros:
Te miran, tienen miedo de ti.














Gunnar Ekelöf (1907-1968)
de 'Tesbiḥ' (20)
en "Dīwān -Una trilogía-"
trad. Francisco J. Uriz
ed. Alianza (1982)

lunes, 8 de enero de 2018

el gran océano IV





   Luego, oh bhikkhus: todos los grandes ríos, a saber: el Ganges, el Yamunâ, el Achiravatî, el Sarabhû, el Mahî, precipitándose en el gran océano, abandonan sus antiguos nombres y linajes y reciben el nombre de 'gran océano'. Que todos los grandes ríos, oh bhikkhus, a saber: el Ganges, el Yamunâ, el Achiravatî, el Sarabhû, el Mahî, precipitándose en el gran océano, abandonen sus antiguos nombres y linajes y reciban el nombre de 'gran océano', ésta, oh bhikkhus, es la cuarta cosa maravillosa y extraordinaria del gran océano. Cada vez que la ven, los Asuras se regocijan con el gran océano. 



















de 'El Uposatha' (fragmento)
en "Udāna - La palabra de Buda"
trad. Carmen Dragonetti
ed. Monte Avila (1972)

domingo, 7 de enero de 2018

neutra






   El agua es neutra: tomada por una vaca se transforma en leche; tomada por una serpiente, en veneno. 

























en "Textos y meditaciones sobre el Zen"
Samuel Wolpin
ed. Kier (1995)

sábado, 6 de enero de 2018

el que oye





   El Inmutable, Gārgī, no se puede ver jamás, pero es el testigo que ve. No se puede oír pero es el que oye. No se puede pensar, pero es el que piensa. No se puede conocer, pero es el conocedor. No hay más testigo que Aquél, ni más oyente que Aquél, ni más pensador que Aquél, ni más conocedor que Aquél. Y por Él, el Inmutable, está interpenetrado el espacio, Gārgī.
























del 'Tercer Adhyāya' (fragmento)
en "Gran Upanisad del Bosque"
trad. Consuelo Martín
ed. Trotta (2002)

viernes, 5 de enero de 2018

reparo






ya resecas las frondas del helecho 

regreso al riacho al sauce del islote

donde la congoja encuentra su reparo
























de la 'Suite Serrana' II
Ricardo Messina

jueves, 4 de enero de 2018

sus ofrendas





Los dioses y los demonios, cuenta el brahmán de las Cien Rutas, estuvieron un día en conflicto. Los demonios dijeron: ¿A quién podremos ofrecer nuestras ofrendas? Y depositaron sus ofrendas en sus propias bocas. Pero los dioses depositaron sus ofrendas los unos sobre los labios de los otros. Entonces Pradshapati, el espíritu prístino, optó por darse a los dioses.























Martin Buber (1878-1965)
de 'El mundo del hombre'
en "Yo y tú"
trad. Horacio Crespo
ed. Nueva Visión (1984)

miércoles, 3 de enero de 2018

el gran océano III






   Luego, oh bhikkhus: el gran océano no tolera un cuerpo muerto. Cualquier cuerpo muerto que se encuentre en el gran océano, éste rápidamente lo lleva hacia la orilla, lo arroja hacia la playa. Que el gran océano, oh bhikkhus, no tolere un cuerpo muerto y que cualquier cuerpo muerto que se encuentre en el gran océano, éste, rápidamente, lo lleve hacia la orilla, lo arroje hacia la playa, ésta, oh bhikkhus, es la tercera cosa maravillosa y extraordinaria, del gran océano. Cada vez que la ven, los Asuras se regocijan con el gran océano. 





















de 'El Uposatha' (fragmento)
en "Udāna - La palabra de Buda"
trad. Carmen Dragonetti
ed. Monte Avila (1972)