martes, 31 de enero de 2017

el oso (fauna I)





   El oso es irascible, y feroz en muchos sentidos. Sin embargo, presta atención a hierbas que ningún otro animal siquiera advierte. El oso es el único animal que come raíces de la tierra, y le gustan especialmente las bellotas, las bayas de guillomo y las cerezas. Estas tres cosas suelen machacarse con hierbas para hacer medicinas, y, si a una persona le gustan las cerezas, decimos de ella que es como un oso. Consideramos que el oso es el jefe de todos los animales en cuanto a las hierbas medicinales, y por ello se piensa que, si un hombre sueña con un oso, será experto en el uso de las hierbas para curar enfermedades. Al oso se lo considera un animal buen conocedor de las hierbas porque ningún otro animal tiene tan buenas garras para extraer raíces.





















Dos Escudos (lakota)
citado de 'La audacia y los poderes curativos del oso'
en "Animales del alma"
Joseph Epes Brown
trad. Francesc Gutiérrez
ed. José J. de Olañeta (1994)

lunes, 30 de enero de 2017

celos del regocijo






   No fueron tiempos fáciles: una criatura ignominiosa, sedienta de sangre, se retorcía en las sórdidas tinieblas del pantano apenas llegaba a sus oídos el júbilo del arpa tañida en los salones. Sentía celos del regocijo de los hombres ante el canto del poeta, quien elogiaba con maestría la creación del hombre en la aurora de los tiempos. 




























"Beowulf" cap. I (fragmento)
trad. Armando Roa Vidal
ed. Norma (2012)

domingo, 29 de enero de 2017

lloviznas









lloviznas mansas

empapan la tierra



esta mañana de laderas arboladas
























'lloviznas' 
de la "Suite Serrana"
Ricardo Messina


sábado, 28 de enero de 2017

en la tumba del otro (alchimia XIX)







   Enterrad, dicen ellos, a cada uno en la tumba del otro. Pues si el azufre, la sal y el agua o Sol, Luna y Mercurius están en nuestra materia, entonces extraigámoslos, unámoslos, enterrémoslos y mortifiquémoslos, es decir, transformémoslos en cenizas, así el nido de los pájaros se convierte en tumba, y, a la inversa, los pájaros absorben el nido y se ligan sólidamente a él. Sucede, digo, que el alma, el espíritu y el cuerpo, el hombre y la mujer, lo activo y lo pasivo en un único y mismo sujeto, puesto en el vaso, incubado en su propio fuego y ayudado por el magisterio exterior del arte, se escapan (hacia la libertad) a su tiempo. 


















de 'El enigma de Bolonia'
en "Mysterium coniunctionis"
Carl Gustav Jung (1875-1961)
trad. Jacinto Rivera de Rosales
ed. Trotta (2007)

viernes, 27 de enero de 2017

nuestro papel (oneiros XXI)







   De noche, cuando nos dormimos, nos transformamos todos en actores y cada vez salimos a un escenario distinto para recitar nuestro papel. ¿Y de día? De día, en la realidad, aprendemos ese papel. A veces, no lo aprendemos bien y entonces tenemos miedo de salir al escenario y nos escondemos detrás de los demás actores que se han aprendido mejor que nosotros sus parlamentos y sus movimientos.
   Y tú, tú eres el que entra en la sala para asistir a nuestro espectáculo, y no para recitar. Que tu mirada se detenga en mí en el momento en que me sienta preparada, porque ninguno de nosotros es bello y sabio los siete días de la semana.

















'poema de la princesa Ateh a los cazadores de sueños'
de 'Ateh' (libro amarillo)
en "Diccionario jázaro"
Milorad Pavic (1929-2009)
trad. Dalibor Soldatić
ed. Anagrama (1989)

jueves, 26 de enero de 2017

la actividad indescriptible






   El intercambio de nuevos venenos y ebriedades (...) carece de fechas fijas gracias a las cuales una coronación o una batalla decisiva se graban en la memoria. Permanece en la oscuridad y en la maraña de raíces. Podemos adivinar los antecedentes, pero no medir el alcance ni penetrar en su profundidad.
   Cuando en 1519 Cortés desembarcó en México, fue un acontecimiento que para los europeos se encuadraba en el orden del mundo histórico, mientras que para los aztecas pertenecía al mundo mágico. En México el sueño es aún más potente que la conciencia despierta, el presagio es más concluyente que el verbo. En tales contactos, las imágenes se intercambian como en un juego especular, que se comprende ora como gracia, ora como culpa y expiación. (...) Bajo la superficie gérmenes, imágenes y sueños se dan y reciben en un intercambio que aniquila a unas razas y fructifica a otras, pero cuya actividad se sustrae a la descripción y datación exactas.



















Ernst Jünger (1895-1998)
de 'Drogas y ebriedad' (fragmento)
en "Acercamientos"
trad. Enrique Ocaña
ed. Tusquets (2008)

miércoles, 25 de enero de 2017

él hablará








Pon tu mano sobre tu corazón: él te hablará y tú comprenderás.
























proverbio Kabila, Argelia.
en "Poesía anónima africana"
Rogelio Martinez Fure
ed. Arte y Literatura (1985)

martes, 24 de enero de 2017

de los intentos







   La imaginación, como una actividad creativa esencial, se desarrolla con la práctica. No a través de los éxitos, que son finales y, por lo tanto, callejones sin salida, sino a través de los fracasos, de los intentos que terminan siendo fallidos y que requieren nuevos intentos que, si las estrellas nos sonríen, llevarán a nuevos fracasos. La historia del arte y la literatura, así como la de la filosofía y la ciencia, son historias de esa clase de fracasos enriquecedores. «Fracasa. Inténtalo nuevamente. Fracasa mejor», fue la conclusión de Beckett.



















prefacio (fragmento)
de "Una historia natural de la curiosidad"
Alberto Manguel
trad. Eduardo Hojman
ed. siglo veintiuno (2016)

lunes, 23 de enero de 2017

el oráculo








Dichoso e infortunado, pues naciste para ambas cosas,
buscas una patria. Tienes una tierra natal, pero no una patria.
La isla de Íos es la patria de tu madre, que cuando mueras
te recibirá. Pero vigila el enigma de los jóvenes muchachos.





















Oráculo que recibió Homero en Delfos
de 'Libro X: La Fócide'
en "Descripción de Grecia"
Pausanias (110-180 d. C.)
trad. Maria Cruz Herrero Ingelmo
ed. Gredos/Planeta-DeAgostini (1995)

domingo, 22 de enero de 2017

sobre el cóncavo mar






   (...) De pronto las vieron bien, al doblar un recodo, en la distancia, y les dio un vuelco el corazón. Eufemo soltó a la paloma para que saliera impulsada con sus alas, y ellos todos alzaron sus cabezas prestando atención.
   La paloma voló a través de las rocas. Estas de golpe una contra otra, de frente ambas, se estrellaron entrechocando. Se alzó una gran ola, estrujada hacia arriba, como una nube. Chirrió el mar terriblemente, y por todas partes a su alrededor resonó el gran éter. Las cóncavas cavernas bajo los ásperos escollos mugían al rechocar el mar en su interior. Y la espuma blanca de la ola salpicaba por encima los arenosos ribazos. La corriente hizo dar vueltas a la nave. Las rocas rozaron las plumas salientes de la cola de la paloma, pero ella escapó indemne, mientras los remeros daban grandes gritos de triunfo. Les gritó sus órdenes Tifis de que remaran con fuerza. Pues de nuevo las rocas se apartaban. Al tiempo que avanzaban les azuzaba el temor, mientras que la pleamar, levantándose de nuevo, los introducía entre las rocas; entonces se apoderó de todos una angustia muy horrorosa, pues sobre su cabeza se cernía el oleaje como una muerte ineluctable. Ya por aquí y por allí se veía el amplio Ponto, y ante ellos, de improviso, se alzó una gran ola sinuosa, semejante a un quebrado acantilado. Al verla se encogieron con sus cabezas inclinadas, pues les parecía que al caer sobre toda la nave la sepultaría, pero se apresuró Tifis a desviarla, firme en el timón. La ola rodó tremenda bajo la quilla, pero luego por la proa levantó hacia adelante la nave lejos de las rocas y la llevó en alto durante algún tiempo. Eufemo, avanzando, gritaba a todos sus compañeros que hincaran la pala de sus remos con toda su fuerza. Ellos, al grito de ¡alalá!, golpeaban el agua. Pero todo lo que avanzaba la nave a impulso de sus remos, volvía a retroceder y el doble, y se combaban las astas de los remos como curvos arcos, por la fuerza que hacían los héroes.
   Entonces, de pronto, a sus pies se alzó una ola y la nave salió despedida a efectos de su violento empuje, volteando como un cilindro hacia adelante sobre el cóncavo mar. El remolinante curso los arrastró entre las Chocantes. Zumbaron las rocas al avanzar a sus costados. Y el maderamen del navío quedó aprisionado entre ellas. (...)















Canto segundo (fragmento)
de "El viaje de los Argonautas"
Apolonio de Rodas (295-216 a. C.)
trad. Carlos García Gual
ed. Alianza (1987)

sábado, 21 de enero de 2017

su continuidad






   Pero el «mundo» debe ser mantenido vivo y productivo. Los seres humanos carecen por sí solos de poderes para «salvar» al mundo, para mantenerlo indefinidamente tal como era «en el comienzo», lleno de plantas y animales útiles, caletas y ríos, y lluvias que caían sobre la Tierra en el momento preciso. Pero los hombres han aprendido a reproducir los actos que ejecutaban los Seres Sobrenaturales y los Héroes durante la Era del Sueño. Todas sus ceremonias no son sino reiteraciones de esos actos paradigmáticos. La recreación ritual de la historia mítica reactiva la comunicación con la Era del Sueño, regenera la vida y asegura su continuidad.























'Rituales que permiten recrear el mundo' (fragmento)
en el cap. 2 de "Introducción a las religiones de Australia"
Mircea Eliade (1907-1986)
trad. Inés Pardal
ed. Amorrortu (1975)

viernes, 20 de enero de 2017

por qué se reía






   Mientras una pescadora pasaba junto a palacio voceando su mercancía, la reina apareció en una de sus ventanas y le pidió que se acercara y le mostrara lo que vendía. En aquel momento, un pez enorme saltó en el fondo de la cesta.
   –¿Es macho o hembra? –preguntó la reina–. Me gustaría comprar un pez hembra.
   Al escuchar esto, el pez se rió a carcajadas.
   –Es un macho –contestó la pescadora, y continuó su ronda.
    La reina regresó a sus aposentos muy enfadada y, cuando fue a verla por la noche, el rey se dio cuenta de que algo la había perturbado.
   –¿Te encuentras mal? –le preguntó.
   –No, pero estoy muy molesta por el extraño comportamiento de un pez. Una mujer me trajo uno hoy y, cuando le pregunté si era macho o hembra, el pescado se rió con descaro.
   –¿Que el pez se rió? ¡Imposible! Debiste soñarlo.
   –No soy tonta. No digo más que lo que he visto con mis ojos y oído con mis orejas.
   –¡Qué extraño! Pero te creo. Preguntaré al respecto.
   Por la mañana, el rey repitió a su visir lo que su esposa le había contado y le pidió que investigara el asunto y regresara antes de seis meses con una respuesta satisfactoria, o se enfrentaría a la muerte.



















'Por qué se reía el pez' (fragmento)
en "Fábulas y leyendas de la India"
Joseph Jacobs
trad. Eva Gonzáles Rosales
ed. Quaterni (2016)

jueves, 19 de enero de 2017

cristalino río









   Cristalino río
de los lámbras,
lágrimas,
de los peces de oro,
llanto
de los grandes precipicios.


   Hondo río
de los bosques de tara,
el que se pierde
en el recodo del abismo,
el que grita
en el barranco donde tienen su guarida los loros.


   Lejano, lejano,
río amado,
llévame
con mi hermosa amante
por en medio de las rocas
entre las nubes de lluvia.













'Cristalino río'
en "Ollantay y cantos y narraciones quechuas"
trad. José María Arguedas
ed. Peisa (1974)

miércoles, 18 de enero de 2017

diré así







"Entonces, diré así, amigo mío:
'Puesto que tengo miedo,
habré de ir'..."




















'Las proezas' (fragmento)
en "Gilgamesh - o la angustia por la muerte"
trad. Jorge Silva Castillo
ed. El Colegio de México (1994)



martes, 17 de enero de 2017

eran de vidrio








eran de vidrio

un puñado

de las viejas



esas que llevan

galaxias adentro


















Ricardo Messina
'vidrio'
en "Napa" (2002)

lunes, 16 de enero de 2017

si es néctar










Lo que lloró la Aurora
–si es néctar lo que llora–,
y, antes que el Sol, enjuga
la abeja que madruga
a libar flores y a chupar cristales,
en celdas de oro líquido, en panales





















Luis de Góngora (1561-1627)
'Soledad primera' (fragmento)
en "Antología"
ed. Espasa-Calpe (1985)

domingo, 15 de enero de 2017

en mi copa










En mi copa están
El vértigo brillante,
La embriaguez burbujeante.


Hay grandes torbellinos
Al revés por encima de nosotros.
Están en mi copa.


Un gran corazón de oso,
Un gran corazón de águila,
Un gran corazón de halcón,
Un gran viento que gira –
Todos se han reunido allí
Están en mi copa.
Ahora, bébela.













Canto Papago para infundir valor
en "Cantos Pieles Rojas"
trad. Eva del Campo
ed. Olañeta (1983)

sábado, 14 de enero de 2017

de nuevo







Eros de nuevo por decisión de Cipris,
inundándome el corazón, dulce me alegra.
























Alcmán de Esparta (Fl. alrededor de 630 a. C.)
fragmento 101 D
en "Antología de la poesía lírica griega"
trad. Carlos García Gual
ed. Alianza (1996)


viernes, 13 de enero de 2017

una cuerda de lana negra






   (...)¿Por qué malgastas nuestro tiempo quejándote? ¿No te das cuenta de que tenemos que despertar?
   De repente se calló, asustada. "No regresaremos. Me niego. ¿No podemos escaparnos, ahora que estamos juntos?"
   –Volvamos al Estanque Grande –dijo el 105–. Iba a suceder algo cuando has empezado a decir todas esas tonterías –echaron a andar hacia el Estanque Grande cogidos de la mano, y se sentaron otra vez cerca del agua–. (...)
   Observaron las algas inquietas con expectación. "No tardaremos en saber qué pasa –dijo la niña–. Oye, ¿recuerdas lo que me diste?"
   –Cinco clavos de hierro, un palo de canela, y un ovillo de lana negra.
   El agua se estaba abriendo. Emergieron dos cuernos curvos, y luego la cabeza y el cuello de un carnero negro. De su boca colgaba una balanza con dos platillos de oro. 
   La niña trazó un círculo en el suelo y lo llenó de polígonos diferentes, luego señalando primero a la izquierda y luego a la derecha, exclamó: "Fuego y Aire, o sea tú y yo, hermanito; y nuestra madre es la Tierra y nuestro padre el Agua. En doce casas hemos vivido y por doce casas pasaremos. Cuando tendemos las manos por encima del círculo, el Aire es tuyo, el Fuego mío."
   El carnero negro salió elegantemente del Gran Estanque y se colocó en el centro del círculo.
   La niña tendió al chico una piedra afilada de forma triangular, que él tomó en su mano izquierda. Arrodillándose ante el carnero, le cogió su cuerno espiral con la derecha, le echó la cabeza hacia atrás, exponiendo los pulsos palpitantes de su cuello. Lo degolló con la piedra triangular. La niña cogió sangre con el hueco de las manos, diciendo: "Bebe la leche escarlata del Paraíso, Hermanito, es nuestra."
   El 105 inclinó la cabeza y bebió sangre de manos de ella. Cuando hubo bebido, dijo: "Los Dioses Viejos son nuestro alimento; los Dioses Nuevos se nos revelarán en el tiempo y fuera del tiempo. Los Dioses Viejos han muerto; la Tierra, la Cabra, renovará la sangre vital del Mito y violará el jardín del Paraíso. La Cabra nos librará del Nuevo Mito, y se vestirá de animal, vegetal y mineral; nada muerto, vivo o nonato le faltará y nada de esta Tierra ni de los nueve planetas circundantes permanecerá ajeno a ello, ni ella a ellos."
   La niña cogió la piedra triangular y cortó dos mechones de lana de la cabeza del carnero muerto; uno se lo ató al niño alrededor del cuello, y el otro se lo guardó ella dentro del camisón. "Es una joya, y también un arma: una cuerda de lana negra que llega al centro de la Tierra, donde nuestras raíces se entrelazaron al principio de la vida.
   "Lana negra. pelo negro, raíces del Aire para la noche. Nuestras raíces hundidas en el Aire, nuestras raíces hundidas en la Tierra. Trenzaremos una escala de pelo negro y bajaremos por ella al centro de la Tierra, hasta nuestras raíces; y cuando estas largas guedejas se vuelvan a juntar volveremos a Oír, Gustar, Ver, Oler, y Tocar."
















Leonora Carrington (1917-2011)
'La puerta de piedra' (fragmento)
en "El séptimo caballo y otros cuentos"
trad. Francisco Torres Oliver
ed. Siglo Veintiuno (2012)

jueves, 12 de enero de 2017

las sandalias








Damatte kyô no waraji haku






Sin una palabra, me calzo
las sandalias de paja
que me servirán desde hoy

















Taneda Santôka (1882-1940)
en "Saborear el agua"
trad. Vicente Haya & Hiroko Tsuji
ed. Hiperión (2004)

miércoles, 11 de enero de 2017

ese pensamiento








Ese pensamiento maravilloso



¿pero cuál era entonces ese pensamiento?






















Henri Michaux (1899-1984)
de 'Alfombra rodante en marcha...' (fragmento)
en "Conocimiento por los abismos"
trad. Aurora Bernárdez
ed. Sur (1972)


martes, 10 de enero de 2017

este cántaro rojo







Dewma afmekey
Tüfachi kelü metawe
Trigy deuma.
Mapumewumgtuay,
Kiñe Antü
Ka wüdufe
Deumatueyew






   Ya está acabado este cántaro rojo. Ya se ha trizado y dormirá entre las cosas de la tierra. Hasta que un día otra alfarera lo reconstruya.















Leonel Lienlaf
citado en 'Widün, el mundo mapuche de la arcilla'
Margarita Alvarado P.
de "El lenguaje de los dioses - Arte, chamanismo 
y cosmovisión indígena en Sudamérica"
Ana María Llamazares y Carlos Martínez Sarasola
ed. Biblos (2004)

lunes, 9 de enero de 2017

sabiduría de oriente








   Si quieres evitar la sospecha, no ates tus cordones en un huerto de melones.























proverbio chino
en "1.001 proverbs for every occasion"
comp. Norma Gleason
ed. Citadel Press (1994)

versión: Ricardo Messina

domingo, 8 de enero de 2017

la generación







   El pueblo de los sueños, según Pitágoras, está conformado por las almas que se concentran en la Vía Láctea, caracterizada así por la leche de que éstas se nutren cuando caen en la generación. Por ello quienes las invocan hacen para ellas libaciones de miel mezclada con leche.






















Porfirio (234-305 d. C.)
en "El antro de las ninfas en la Odisea" .28 (fragmento)
trad. Pablo Maurette
ed. Losada (2008)

sábado, 7 de enero de 2017

trucos







4.53. Corte un pedazo de hielo en forma circular, levántelo al sol y ponga artemisas debajo de su halo: se prenderán fuego.

4.57. Para hacerse con perlas, entierre el día quinto del mes quinto, junto a la puerta de su casa que dé al Oeste, unas cabezas de libélulas, ayune tres días y las cabezas se habrán transformado en perlas. Según otros, han de ser enterradas justo en el centro y bajo el dintel de la puerta.

4.59. Coja un cangrejo de mar y córtelo en trozos del tamaño de las piezas de ajedrez, luego mézclelos con pasta de hojas de amaranto, envuélvalos bien con esparto y tírelos, en el quinto o en el sexto mes del año, a un lago o a un estanque: cada trozo se transformará en un cangrejo de mar.



















Zhang Hua (232-300)
'Trucos' (fragmento)
en "Relación de las cosas del mundo"
trad. Yao Ning y Gabriel García-Noblejas
ed. Trotta (2001)

viernes, 6 de enero de 2017

con ira y amor (alchimia XVIII)






Visita el centro de la tierra.
Se te presentará el globo de fuego,
Extráelo con ira y amor y
Rectifícalo de su turbio líquido, etcétera.



















Benedicto Fígulo
citado en 'Paracelso como fenómeno espiritual'
de "Estudios sobre representaciones alquímicas"
C. G. Jung
trad. Laura S. Carugati
ed. Trotta (2015)

jueves, 5 de enero de 2017

nebulosa











Eídolon: la imagen de la sombra; o la representación del cuerpo, una sombra nebulosa; así también Baquílides: «la sombra oculta en la oscuridad del varón de Ítaca»






















del 'Etymologicum Magnum'
cit. en "Odas y fragmentos"
Baquílides (517-452 a. C.)
trad. Fernando García Romero
ed. Gredos (2002)

miércoles, 4 de enero de 2017

una manzana






   Coloco una manzana ante mí sobre la mesa. 

Luego me pongo yo en esa manzana. 

¡Qué descanso!























Henri Michaux (1899-1984)
'magia' (fragmento)
cit. en "Esferas I"
Peter Sloterdijk
trad. Isidoro Reguera
ed. Siruela (2014)

martes, 3 de enero de 2017

dignas de amistad






   Aparte de esa idea casi fija, don Isaías era gran aficionado a las estrellas. La noche, luego del largo día de trabajo, se las traía, las dejaba encima de su casa, era para él un regocijo quedarse observando, a veces durante horas y por tiempo despejado, esas visitas tan dignas de amistad. Disponía en los fondos de una especie de palomar que en mi recuerdo y a medida que recorro el mundo ha ido cobrando la forma de un torreón al que siempre conocí derrumbado en parte por un rayo. En esa pieza que, mirada desde el camino real, podía también recordar a un carromato de gitanos empantanado o a la habitación de un anacoreta, se pasaba horas averiguando el cielo (...)
   Noches que eran del verano eterno. Esa energía infinitamente generosa solía disponer en sus manos de persona de escaso dormir una interrogación que iba y venía, que no por encarnar en hombre desvelado, dejaba de convertirse, también ella, en desvelada respuesta.
   Horas tan poco sólidas en que el campo se remansaba y las estrellas, una a una, entraban en el rudimentario telescopio tendido hacia la oscuridad como una mesa de banquete. 
   Como los nombres de esas estrellas le eran desconocidos, los reemplazaba por los para él más familiares de sus hijas, de su mujer, de su anciana madre política, de sus amigos más íntimos. Digo: las nombraba pero también digo que como en las antiguas cosmogonías hacían unos seres destinados a los trabajos del cielo, las invocaba con precauciones infinitas, las iba atrayendo hacia él con el mismo rigor con que atendemos los rasgos de la cara de una persona querida.
















Arnaldo Calveyra (1929-2015)
'El origen de la luz' (fragmento)
en "El origen de la luz"
ed. Sudamericana (2004)

lunes, 2 de enero de 2017

lo que se sabe






«Todo no se sabe. Todo lo que se sabe, es una parte de todo.»


Kala' andata ko. Ko anda kala, yo yoga kala.






















Axioma fulbé
en "Poesía anónima africana"
comp. Rogelio Martinez Fure
ed. Arte y Literatura (1985)

domingo, 1 de enero de 2017

el pago






   Y Baranoir se fue a la mañana siguiente, no sabiendo qué camino seguir o adónde ir. Viajó durante largo tiempo hasta que vió en la carretera a cuatro hombres, con un ataúd entre ellos. Otros cuatro hombres se les habían adelantado, y cada vez que los primeros cuatro trataban de avanzar, los otros cuatro se abalanzaban sobre ellos y les daban una tunda.
   –¿Por qué obráis así? –preguntó Baranoir– ¿Por qué detenéis a esos hombres que llevan el ataúd?
   Uno del segundo grupo de cuatro, respondió:
   –El hombre que está muerto en ese ataúd nos debe cinco monedas de oro y no dejaremos que sea sepultado hasta que nos paguen el dinero.
   –¿Os daréis por satisfechos si paga otro en vez del difunto?
   –¡Tanto nos da! –dijo el hombre–. Lo que nos importa es cobrarnos.
   Baranoir les pagó a los cuatro desconocidos, que se marcharon y les dejaron a los otros cuatro el ataúd. El hijo del rey siguió su viaje sin dinero, porque las cinco monedas de oro eran todo lo que tenía. Caminó y caminó, recorriendo su itinerario lo mejor posible un día y otro día, hasta que llegó a un río donde vió a un hombre pescando. Baranoir le preguntó si podía prestarle su caña para tratar de obtener pesca, porque tenía hambre.
   –¿Por qué no? –dijo el pescador, dándole la caña.





















'Baranoir, el hijo del rey de Erín y la hija del rey bajo la ola' (fragmento)
en " Cuentos populares y leyendas de Irlanda"
trad. León Mirlas
ed. Espasa-Calpe (1946)