1. Glauco, hijo de Minos y Pasífae, mientras jugaba a la pelota cayó en una tinaja llena de miel. Cuando sus padres lo buscaban, preguntaron a Apolo por el niño. Éste les respondió: «Ha surgido ante vosotros un prodigio: el que lo resuelva os devolverá a vuestro hijo».
2. Tras oír el oráculo, Minos se dispuso a buscar el prodigio entre sus conciudadanos. Le dijeron que había nacido un ternero que, tres veces al día, cada cuatro horas, cambiaba de color: primero blanco, después rojo, y por último negro.
3. Entonces, Minos reunió a los augures para que desvelaran el prodigio y, como no lo descubrieron, Poliido, hijo de Cérano, lo resolvió: este prodigio era similar al árbol de la morera: primero blanco, después rojo y cuando madura, negro.
4. Entonces Minos le dijo: «Según el oráculo de Apolo debes devolverme a mi hijo». Mientras Poliido pensaba sobre esto, vio, posada en una bodega, a una lechuza que espantaba a las abejas. Tras interpretar el augurio, sacó al niño muerto de la tinaja.
5. Minos, entonces, le dijo: «Una vez encontrado el cuerpo, devuélvele ahora la vida». Como Poliido negaba poder hacerlo, Minos le ordenó que fuera encerrado junto con el niño en una tumba y que se colocara allí una espada.
6. Cuando fueron encerrados, una serpiente avanzó repentinamente hacia el cuerpo del niño. Poliido, pensando que quería devorarlo, la golpeó inmediatamente con su espada y la mató. Otra serpiente, que buscaba a su compañera, la vio muerta y, avanzando, le acercó una hierba que, en contacto con ella, le devolvió la vida.
7. Poliido hizo lo mismo. Como ellos daban voces desde el interior, un viandante se lo comunicó a Minos, que ordenó abrir la tumba, y así recuperó a su hijo incólume. A Poliido lo devolvió a su patria, cargado de regalos.
'Poliido'
en "Fábulas. Astronomía"
Cayo Julio Higino
trad. Guadalupe Morcillo Expósito
ed. Akal (2008)