las seis direcciones

 

   –Hay una cosa que vosotros ignoráis, respondió el hombre. Vosotros habéis venido a la tierra por decisión del destino, pero habéis viajado en la ignorancia, como un niño que duerme, inconsciente de las etapas. Habéis atravesado muchas comarcas en la embriaguez o en el sueño. Nada habéis sabido del camino de lo alto y del camino de lo bajo. Nosotros hemos recorrido el universo con nuestros cinco sentidos y en las seis direcciones, despiertos y alegres. Hemos visto el origen y la finalidad, porque nuestros guías conocían bien el camino. 

de 'La cuerda al cuello' (fragmento)

en "150 cuentos sufíes"

Yalal Al-Din Rumi

trad. Antonio López Ruiz

ed. Paidós (1991)

acto de juramento

 

   Un ratón y una avispa querían hacerse hermanos jurados; así que convidaron a un letrado para que presidiera el acto de juramento. El hombre aceptó la amistosa invitación, y durante la ceremonia ocupó el tercer asiento. 

   Más tarde, alguien le preguntó: "Eres un ser humano, ¿por qué te sentaste en un lugar inferior al ratón y la avispa?" El letrado contestó: "Uno de ellos es hábil perforando agujeros, el otro es hábil picando. Como no sé hacer ninguna de estas cosas, debo ser modesto ante ellos."

'El ratón, la avispa y el letrado'

en "Fábulas antiguas chinas sobre animales"

comp. Ma Da

ed. Ediciones en Lenguas Extranjeras (1991)

versión

 

un macizo de nubes nos rodea

modela del cielo su propia versión

'versión'

de "Tolva"

Ricardo Messina

edición independiente (2006)

demasiado valiosa

 

   Emanuel Lasker fue uno de los ajedrecistas más grandes de todos los tiempos, en poder del título de campeón del mundo durante nada menos que veintiocho años seguidos desde 1894. Su clásico Manual de ajedrez, publicado en 1927, termina con unas «reflexiones finales acerca de la formación en el ajedrez», entre las que se incluye este comentario: "No se debe memorizar el ajedrez [...]. La memoria es demasiado valiosa para llenarla de nimiedades. De mis cincuenta y siete años, he dedicado al menos treinta a olvidar la mayor parte de lo que había aprendido o leído, y, desde que lo conseguí, he ido adquiriendo una cierta soltura y alegría sin las cuales no me gustaría estar nunca más".

de 'Cuaderno II - El yo' 

en "Breviario del olvido"

Lewis Hyde

trad. Julio Hermoso

ed. Siruela (2020)

cualidades elementarias (alchimia XLV)

 

   Si el calor que nosotros sentimos en la baja región procediera del centro del sol, según la opinión común, este calor dominaría las demás cualidades que están en él, las corrompería, y el compuesto se destruiría, como sucede con los compuestos naturales, en los cuales una de las cualidades elementarias predomina por encima de las demás, y no sería eterno. El sol es un compuesto de cualidades iguales como el oro, en el que no predomina ninguna cualidad, y el calor que nos comunica procede de su influencia, y esta influencia no es dada sino por medio de su movimiento, igual que todo macho proyecta la suya por su movimiento natural o violento.

 

del 'Coloquio X' (fragmento)

en "El piloto de la onda viva"

Mathurin E. de Martineau

trad. Núria García i Amat

ed. Indigo (1997)

risco

 

   «Cuando murió, no murió. Sólo su alma regresó al viento, de donde nació. Cuando murió, cuando las flechas de Káuyúmari lo mataron, se transformó. Viajó a un risco para crecer allí, para ser transformado en Árbol. Porque Nuestro Abuelo y Nuestro Padre no lo admitirían en ninguna parte: 'Eres malo. ¡Por eso te quedas aquí en este mundo!' Llegó al risco y allí cayó su alma, cayó como una piedra. Allí se transformó en Árbol que empezó a crecer, a crecer para arriba, hasta llegar al quinto nivel; un árbol con cinco ramas. Entonces el viento sintió compasión; le sopló por acá y por allá, en los cinco lados. Le dijo: 'Allá, en esos campos; allá está verde, allá puedes crecer.'»

de 'Cómo Káuyúmari decide matar a Kiéri Téwiyári' (fragmento)

en "El peyote y los huicholes"

Nahmad, Klineberg, Furst y Myerhoff

ed. Sep/Setentas (1972)

todos los seres

 

Nie K'iue le preguntó a Wang Yi:

–¿Conoce una verdad unánimemente admitida por todos los seres?

–¿Cómo podría conocerla? –respondió Wang Yi.

–¿Conoce que usted no la conoce? –preguntó Nie K'iue.

–¿Cómo podría saberlo? –respondió.

–¿Entonces los seres no conocen nada? –preguntó Nie K'iue.

–¿Cómo lo sabría? –repitió Wang Yi.

del 'capítulo XXII' (fragmento)

en "El niño de Ingolstadt"

Pascal Quignard

trad. Silvio Mattoni

ed. El cuenco de plata (2022)

canción corta

 

Canción corta, canción corta;

mucha, muchas;

como estrellas en el cielo,

como arenas en la playa,

como yerbas en el prado,

como ondas en el río...

Canción corta; cortas, muchas;

horas, horas, horas, horas

–estrellas, arenas, yerbas,

ondas–; horas, luces; horas,

sombras; horas de las vidas,

de las muertes de mi vida...

de "Piedra y cielo"

Juan Ramón Jiménez

ed. Losada (1968)