miércoles, 31 de agosto de 2016

gracia






   Y habré sido golpeado por misterios.
   Y me habré sentido solo.
   Y habré estado loco.
   Y habré sido pomposo.
   Y habré sido sumiso.
   Y habré sido necio. 
  Y habré sido cruel, y desleal, y obtuso de cabeza, y habré estado en llamas, y habré sido parecido a rocas, frío, seco, amargado, agrietado; y habré sido gracioso, y habré sido estúpido; y me habré maravillado, y me habré enfurecido, habré desvariado, puesto mala cara, chorreado, chirriado, shchirriado, aullado, encogido, marchitado, cagado; y habré sido un hueso, y habré sido un arbusto: habré dormido, me habré despertado, habré llorado, despotricado, pateado, reflexionado, arrastrado, rogado, buscado, me habré retorcido, habré sonreído con afectación, charlado, mirado boquiabierto, estirado el cuello, abarrotado, shabarrotado – ya sabes, todo lo que hago y haces tú y nada de ello nos hace más tontos o más divinos, apenas más viejos y yo diría que más graciosos por obra de Dios.

















Jack Kerouac (1922-1969)
fragmento del miércoles 5 de octubre 1949
en "Diarios 1947-1954. Mundo soplado por el viento"
trad. Martín Abadía
ed. Editores Argentinos (2015)

martes, 30 de agosto de 2016

anterior





   (El mito) se trata de un horizonte que al perderse deja a grandes verdades sin albergue, sin condiciones de visibilidad, sin presencias, sin posibilidad de acción, al modo de la Atlántida, continente sumergido del que el hombre no puede olvidarse enteramente, pues sería olvidarse de un estado anterior al que se encuentra en que se sabía mejor, un estado de orden del orden y de mayor intimidad con la totalidad del universo.




















Maria Zambrano (1904-1991)
citada en "El pentagrama secreto"
A. Liberman y D. Schöffer
ed. Gedisa (1997)

lunes, 29 de agosto de 2016

la sed (oneiros XVII)





   Los santals cuentan del hombre que se durmió y soñó tanta sed que su alma en forma de lagarto dejó el cuerpo y se metió en una vasija para beber; pero el dueño de la vasija lo tapó, y el hombre, impedido de recuperar su alma, murió. Se preparaban para el entierro cuando alguien destapó la vasija y el lagarto escapó, se reintegró al cadáver, y el muerto resucitó. Dijo que había caído en un pozo en busca de agua y que había tenido dificultades para volver; así lo entendieron todos.














fragmento de 'La rama dorada'
James George Frazer
citado en "Libro de Sueños"
comp. Jorge Luis Borges
ed. Torres Agüero (1976)

domingo, 28 de agosto de 2016

distinto






   Cada uno de nosotros ve no solamente otro arco iris, sino también un objeto distinto y una frase distinta de los que ve cualquier otro.

















Georg Christoph Lichtenberg (1742-1799)
en "Aforismos"
trad. Juan del Solar
ed. Edhasa (2002)

sábado, 27 de agosto de 2016

historia






   –Pero ¿cómo se puede pensar la Historia sin poner orden en ella? –preguntó Knecht.
   –Naturalmente que se debe poner orden en la Historia –tronó Jacobo–. Toda ciencia es, entre otras cosas, un orden, una simplificación, un hacer digerible para el espíritu lo indigesto. Creemos haber descubierto algunas leyes históricas e intentamos tomarlas en cuenta al investigar la verdad histórica; como el anatomista, que al hacer la disección de un cuerpo no se ve puesto ante hallazgos realmente sorprendentes, sino que gracias a que existía allí un mundo de órganos, músculos y tendones bajo la epidermis, busca confirmar su esquema previo. Pero si el anatomista sólo ve su esquema y descuida la realidad única e individual del objeto, entonces es un castalio, un jugador de abalorios y opera matemáticamente sobre un objeto inadecuado. Todo aquel que contempla la Historia puede, por mí, aportar la más emotiva fe infantil al poder ordenador de nuestro espíritu y de nuestros métodos; pero además y a pesar de ello debe sentir respeto ante la incomprensible verdad, realidad y carácter único del devenir. Ocuparse de la Historia presupone saber que se intenta algo imposible y no obstante necesario. Ocuparse de la Historia significa abandonarse al caos y mientras tanto conservar la fe en el orden y en el sentido. Se trata de una tarea muy seria, mi joven amigo, quizá de algo trágico.
















Herman Hesse (1877-1962)
fragmento de "El juego de los abalorios"
trad. Mariano S. Luque
ed. Alianza (1984)

viernes, 26 de agosto de 2016

la tentativa






   Cuando Paulus apagaba la luz, nos poníamos a charlar en voz muy baja por encima del pasillo de apenas dos palmos de ancho que separaba nuestras camas y así no tardé en convertirme en el confidente de las intimidades que le desasosegaban. En sus historias desempeñaba un papel crucial una muchacha llamada Estefanía (...) La relación se cortó porque Estefanía lo había dejado plantado y se había ido a bailar con otro. Franzl me pintó la escena con todo lujo de detalles, cómo, ávido de venganza, se había emborrachado para infundirse coraje, abajo en la sala de baile, mientras desde arriba, donde Estefanía bailaba con su rival, las alegres melodías de los valses le llegaban como un disco rayado cada vez más atormentador. Por fin, a medianoche, justo cuando a las damas les tocaba elegir compañero de baile, había irrumpido en la pista con un revolver cargado y había comenzado a disparar de modo tan indiscriminado que los clientes saltaron por las ventanas y la orquesta se escondió bajo el tablado. Luego, antes de que apareciera la policía, huyó, siguió bebiendo en antros de mala muerte y al final abandonó el país de forma clandestina por los Alpes.
   Aunque Franzl había cometido un grave delito con ese acto, no parecía arrepentido. Por el contrario, solía recrearse en los pormenores con una escrupulosidad como la que cabe observar en otros estratos de la sociedad cuando describen lances de honor. Los enamorados poseen un reino privado, donde son reyes y jueces. Por lo demás, como le había escrito posteriormente un compañero de trabajo, su tiroteo no había herido a nadie de puro milagro, salvo a una persona ajena al asunto que se había roto las piernas al saltar por la ventana.
   Aquí, en Bel-Abbés, se había sumido en una negra melancolía; sin duda añoraba aquel elemento designado desde antaño como el aire de Viena. Esa melancolía, que lo consumía como un acceso de fiebre, se había atemperado tras una crisis aguda. Una noche se había deslizado al desván con paso furtivo, como un sonámbulo, sin olvidar una de las sogas que se emplean para limpiar los fusiles, y tras tantear el techo escogió una viga recia. Luego se sentó sobre un montón de piezas de uniforme para meditar un poco antes de ahorcarse, y se quedó dormido con la soga en la mano. Cuando despertó de nuevo, sintió que se había apaciguado el doloroso y compulsivo deseo de matarse; al mismo tiempo, se encontraba un poco mejor de ánimo.
   Yo escuchaba con gran atención cómo describía ese episodio, pues sabía bien que muy raras veces el ser humano desvela a otros los sentimientos que, durante varios minutos, le bullen por dentro con gran intensidad. Estoy por creer que el suicidio sólo puede consumarse con éxito cuando los astros forman una constelación fatal, y su tentativa posee, para el ser humano, un significado distinto, de carácter simbólico. Representa uno de los remedios extremos; así como hay animales que, ya casi apresados por un ave rapaz, se liberan al desprenderse de una parte de su cuerpo, de modo análogo el ser humano se desembaraza en este caso de una parte de su existencia anímica, en especial del pasado.










Ernst Jünger (1895-1998)
fragmento de "Juegos africanos"
trad. Enrique Ocaña
ed. Tusquets (2004) 


jueves, 25 de agosto de 2016

Urano







   El Cielo estaba pegado a la Tierra. Urano cubría a Gaya derramándose sin cesar dentro de su vientre. Como Urano no dejaba ningún intersticio entre él y ella, todo el universo era una noche. Gaya no cesaba de concebir, de gestar, de alumbrar, todo era un mismo movimiento continuo. Los Titanes permanecían alojados allí mismo donde Urano los había arrojado, allí mismo donde Gaya los había gestado, en una noche única. 
   La multitud de hijos comenzó a asfixiar a la madre.
  Entonces Gaya –la propia Madre– le procuró una hoz al último de sus hijos. Lo llamó Cronos. Mientras Urano penetraba de nuevo a su madre, Cronos agarró los genitales de su padre con la mano izquierda. Mientras su padre jadeaba, le cercenó los cojones con la hoz. Urano gritó. Se retiró con tal violencia de la vulva de Gaya que acabó clavado en lo alto del mundo. 
   Así separó Cronos el cielo de la tierra con la ayuda de una hoz e inventó el espacio como un tercero respecto de ellos.














Pascal Quignard
fragmento de 'Saturno'
en "La noche sexual"
trad. Paz Gómez Moreno
ed. Funambulista (2014)

miércoles, 24 de agosto de 2016

la sangre humeante






Cuando partas de aquí, creyendo que huyes, el enemigo te atacará para encadenarte
y echarte a las fauces de una fiera, cual presa por desgarrar y devorar.
Pero tú a tus guardianes llénales los oídos de variados relatos y,
cuando sucumban a un profundo sueño, después de comer,
escapa de los vínculos que te habrán puesto y de las duras cadenas. 
Aléjate, luego que pase un momento,
y precipítate con todas tus fuerzas sobre el león furioso,
acostumbrado a jugar con los cadáveres de los cautivos.
Con músculos vigorosos asedia sus flancos terribles
y, con tu hierro desnudo, hiende las fibras de su corazón.
Deja luego correr por tu garganta la sangre humeante
y tritura la carne, cual manjar, entre tus mandíbulas.
Entonces una nueva fuerza habitará tus miembros,
entonces una firmeza inesperada
entrará en tus músculos, y una oleada de vigor
poderoso penetrará tus brazos nerviosos.
Yo mismo abriré la vía a tu propósito,
abrumaré de sueño a los sirvientes
y los tendré roncando la noche entera.


   No bien hubo hablado así, subió al joven a su caballo y lo devolvió al lugar donde lo recogiera. Durante la travesía, Hadingus, por la abertura del manto bajo el cual, tembloroso, se escondía, en el colmo del pasmo oteó y vio el mar ofrecerse a los pasos del caballo. Mas le fue prohibido prolongar el espectáculo de lo que no le incumbía y apartó los ojos llenos de estupor de la terrible contemplación de su recorrido.










fragmento de 'Las dos vidas de Hadingus'
en "Del mito a la novela"
Georges Dumézil (1898-1986)
trad. Juan Almela
ed. Fondo de Cultura Económica (1993)

martes, 23 de agosto de 2016

piélago





   Y anduvieron desde aquél lugar diez días y llegaron a la región que habitan los canitestos, que así les dicen porque el cuerpo y la voz los tienen de hombres, pero el andar y la cabeza son de perros. 
   Y siguiendo su camino, hubieron de atravesar por una comarca muy mala, pasando muchas penurias y fuertes fatigas, hasta que al décimo día llegaron a una ribera, cabe el mar, y prendieron allí las tiendas para dormir y reposar, que harto cansados venían.
   Se le muriera a esta sazón el caballo a uno de los macedonios y, arrastrando el cuerpo hasta unas peñas que cerca de la orilla estaban, dejáronlo allí; pero cuando era la noche más oscura, salió de las aguas un centollo y se lo comió; y a lo que semeja, hábralo dicho éste a los otros de su linaje, porque a la siguiente sobrevino una gran muchedumbre de estas alimañas y arrebataron buena cuantía de caballos, y aun a algunos hombres, y los jalaron hacia el piélago sin que los pudiesen, en ninguna guisa, estorbar.
   Y después de este mal trago, no habiendo ya ningún sabor de la posada, arrancaron las tiendas y anduvieron hasta que fueron llegados a otro sitio junto al mar, pero muy bueno de prados y copioso de sombras y de frutas; y allí acamparon para holgar, que muy desfallecidos se encontraban.













fragmento de 'De cómo Alejandro
consoló a los macedonios'
en "Nacimiento, hazañas y muerte 
de Alejandro de Macedonia"
trad. Carlos R. Méndez
ed. Gredos (1999)

lunes, 22 de agosto de 2016

dragones amarillos





   Se cuenta en Los libros de bambú que cuando la barca del emperador Yu cruzaba el río Kiang rumbo al sur era motivo de asombro y delicia para los cortesanos ver dragones verdes que dormían en las orillas; pero cuando la barca fue rodeada por dos dragones amarillos nadando uno a cada lado, todos se asustaron mucho. Sin embargo, Yu reía; dijo:
  –He recibido mi poder del cielo y trabajo con todas mis fuerzas para que los hombres no tengan hambre. Nacer es algo natural, y no morir, algo que está fuera de nuestro alcance. ¿Por qué habrían de preocuparnos, entonces, los dragones?



















tomado de "Monstruos mitológicos"
de Charles Gould
en "El libro de los seres alados"
comp. Daniel Samoilovich
ed. 451 (2008)

domingo, 21 de agosto de 2016

depende mi vida





   El mago, muy satisfecho, le suplicó que se casara con él tan pronto como fuera posible.
   Pero Balna le dijo que antes de casarse quería conocerlo un poco mejor, pues habían sido enemigos durante demasiado tiempo. 
   –Y dime –le preguntó–, ¿eres inmortal? ¿No puede rozarte la muerte? ¿Eres un mago tan poderoso que no sientes el sufrimiento humano?
   –¿Por qué lo preguntas?
   –Porque, si voy a ser tu esposa, debo conocerlo todo sobre ti. Así, si alguna calamidad te amenaza, podremos superarla o evitarla.
   –Es cierto –contestó el mago– que no soy como los demás. Lejos, muy lejos, a cientos de miles de kilómetros de aquí, hay una inhóspita región cubierta de una espesa jungla. En el centro de la jungla crece un círculo de palmeras y en el centro del círculo hay seis vasijas llenas de agua colocadas una sobre otra. Debajo de la sexta vasija hay una pequeña jaula con un pequeño loro verde. De la vida del loro depende mi vida; si el loro muere, yo moriré. Sin embargo –añadió–, es imposible que el loro reciba algún daño, debido tanto a la inaccesibilidad del lugar como a que he apostado muchos miles de genios alrededor de las palmeras, que matarán a todo aquel que se acerque al lugar. 














fragmento de 'Punchkin'
en "Fábulas y leyendas de la India"
Joseph Jacobs
trad. Eva González Rosales
ed. Quaterni (2016)

sábado, 20 de agosto de 2016

mineralogía IV







   Por mi parte, tengo la intención de hablar de una gruta no menos reducida, sino más simple, cuyo exterior parece haberse convertido en el centro de una gruta en cierto modo invertida, vuelta del revés como un guante. En apariencia, las geodas de sílice no son más que gruesas piedras pesadas, grises y rugosas. Están huecas y tapizadas de cristales. Inmediatamente después de la corteza lacerada emerge otra piedra dura, translúcida, de grano muy fino: la calcedonia; la mayoría de las veces, en su variedad veteada, el ágata. Unas pirámides de cuarzo hialino o de amatista revisten las paredes internas de la cavidad y la transforman, una vez abierta como una fruta, en una caverna que resplandece.

   A veces, las agujas agrupadas en haces alargados se alternan como los husos de la pulpa de las naranjas o como las fibrillas de los músculos estriados, aunque desde todos los puntos alcancen el centro. La bolsa entera está llena de gavillas brillantes. En cambio, en otras piezas más raras, la parte opaca forma el núcleo. Alrededor se despliega el cuarzo como una corola de luz vitrificada. Como las otras, las calcedonias rodeadas de tal maravilla se dejan cortar en lajas y pulir. Las capas sucesivas que las constituyen afloran entonces formando meandros paralelos en un espejo que alterna oscuridad y claridad.














Roger Caillois (1913-1978)
fragmento de 'Testamento - II'
en "Piedras"
trad. Daniel Gutiérrez Martínez
ed. Siruela (2011)

viernes, 19 de agosto de 2016

las tres calamidades






   –Lo que has aprendido no es magia ordinaria –contestó el Patriarca–. Lo que tú has hecho ha sido apoderarte de los mismísimos poderes creativos del Cielo y la Tierra y penetrar en los oscuros misterios del sol y la luna. Te aseguro que tu éxito a la hora de mezclar el elixir es algo que los dioses y demonios no pueden, simplemente, permitir. Aunque conservarás tu apariencia y verás substancialmente alargada tu edad, una vez que hayan transcurrido quinientos años el Cielo enviará sobre ti la desgracia y te alcanzará el poder destructor del rayo. Así que debes tratar de ser lo suficientemente inteligente y evitar de antemano que eso suceda. Si lo consigues, tu edad será, en verdad, la misma que la del Cielo; de lo contrario, tu vida terminará en ese mismo instante. Una vez que hayan transcurrido otros quinientos años, el Cielo enviará sobre ti un fuego que te consumirá. Ese fuego, por supuesto, no es natural. Se le conoce por el nombre de Fuego de Yin y surgirá del interior de las plantas de tus propios pies. De allí ascenderá por tu cuerpo hasta alcanzar el hueco de tu corazón, reduciendo a polvo tus entrañas y tus huesos a pura ruina. De esta forma, habrá resultado totalmente superflua la ardua labor de todo un milenio. Transcurrirán después otros quinientos años y entonces soplará sobre ti la desgracia del viento. No se trata de un viento del norte, o del sur, o del este, o del oeste; tampoco es uno de los vientos que caracterizan cada una de las estaciones ni los conocidos como vientos de las flores, de los sauces, de los pinos o de los bambúes. Recibe el nombre de Viento Poderoso; penetra en el cuerpo por la parte superior de la cabeza, lo atraviesa totalmente y circula libremente por sus nueve aperturas. Tu carne y tus huesos se disolverán como la cera y todo tu cuerpo desaparecerá. Debes, por lo tanto, evitar a toda costa estas tres calamidades.











"Viaje al Oeste - Las 
Aventuras del Rey Mono"
Anónimo chino del siglo XVI
trad. Enrique P. Gatón e Imelda Huang-Wang
ed. Siruela (2009)

jueves, 18 de agosto de 2016

las aves






A orillas del mar se levantó una neblina:
bueno, pensé que era neblina
pero era un cisne
sí, un cisne volando
volaba alejándose de un viejo águila.

Águila, querido águila
¿dónde has estado, Oh
por dónde has errado? 
He estado en Saratov
sí, en Saratov.

¿Y qué has visto y oído?
He visto y oído
un blanco cadáver yaciendo
a orillas del mar, sí
en la desierta orilla del mar.

Y tres golondrinas llegaron
sí, tres golondrinas llegaron:
una de ellas era su madre
la segunda era su hermana
y la tercera su propia esposa.

Cuando su madre lloró
sus lágrimas corrieron cual ligero arroyo:
cuando su hermana lloró
sus lágrimas cayeron como rocío de la madrugada:
cuando su propia esposa lloró
sus lagrimas corrieron, Oh sí
sus lágrimas corrieron cual ligero arroyo.











'Cisne, Águila, Golondrina'
poesía oral Komi
en "The Great Bear -A Thematic Anthology 
of Oral Poetry in the Finno-Ugrian Languages" 

versión: Ricardo Messina



miércoles, 17 de agosto de 2016

de la fabricación







   (...) La fabricación de objetos de metal era obra santa. Se hacía por medio de aleaciones, ya que los metales, como todas las cosas, eran unos machos y otros hembras. Mediante su unión se lograban objetos prestigiosos cuyo poder se extendía a los hombres como a todos los seres; contenían en sí un principio de concordia universal. Por eso, la aleación y la fundición de los metales no podían lograrse sino mediante los ritos matrimoniales.
   El fuelle era accionado por mozos y mozas vírgenes, en número igual. Daban su aliento (es decir, su alma) para que se realizara la fusión.
   Al obtenerse la fundición, bautizaban el metal arrojándole agua, todos juntos. Ahí donde se producía una hinchazón, el metal era macho; era hembra allí donde se abría un hoyo. El fundidor sabía entonces de dónde tomar y cómo combinar los elementos antagónicos cuya unión produce una obra perfecta. El principio de la perfección residía en la colaboración de los sexos que habían dado, cada uno, toda su fuerza vital. Para manejar el fuelle, no eran menester menos de trescientas mozas y trescientos muchachos. Trescientos es un total supremo.















Marcel Granet (1884-1940)
fragmento de 'Dioses y jefes masculinos'
en "La civilización china"
trad. Leonor de Paiz
ed. UTEHA (1959)

martes, 16 de agosto de 2016

te deslumbró, oh mente






Te deslumbró, oh mente, la gracia fugitiva
de un deseo; ahora estás desierta.
¡Ay soledad sin dulces pensamientos,
loco bullicio sin palabra viva!

Mas, ¿qué importa si, dentro de tu olvido,
profundamente la inquietud perdura?
El goce todavía en la carne se posa
anunciando algún canto no sabido.

Es el fuego sagrado que así te perpetúa
sobre estas cenizas desoladas;
no desees olvido en tu calma, oh mente,
oh loca que has osado contemplarte desnuda.








T'ha enquimerat la gràcia fugitiva
d'un desig i ara ets deserta, oh ment.
Ai soledat sense dolç pensament
i foll traüt sense paraula viva!

Però ¿què hi fa, si dins el teu oblit
la inquietud pregonament perdura?
Encara el goig sobre la carn s'atura
duent l'anunci d'algun cant no dit.

I ell és el foc sagrat que et perpetua
damunt les cendres del desolament;
no vulguis calma en ton oblit, oh ment,
oh folla que has gosat mirar-te nua.












Carles Riba (1893-1959)
en "Ocho siglos de Poesía Catalana"
trad. José Corredor Matheos
ed. Alianza (1969)

lunes, 15 de agosto de 2016

el istmo





   (...) Pero cuando la palabra Corazón, en el sufismo –como en todas las místicas–, se refiere a un centro particular y diferente de los demás, normalmente no se trata ni del más alto ni del más bajo, sino del centro del alma. En el macrocosmos, el Jardín del Edén es a la vez centro y cúspide del estado terrenal. Por analogía, el Corazón, que en el microcosmos corresponde al centro del Jardín, es a la vez centro y cúspide de la individualidad humana. Más exactamente, el Corazón corresponde al centro del Jardín, punto donde crece el Árbol de la Vida y de donde brota la Fuente de la Vida. De hecho, el Corazón no es sino esa Fuente (...). La particularidad de este penúltimo grado de la jerarquía de centros es que señala el umbral del Más Allá, el punto en el que acaba lo natural y empieza lo sobrenatural y lo trascendente. El corazón es el istmo (barzaj), tan a menudo mencionado en el Corán, que separa los dos mares que representan el Cielo y la tierra, siendo el agradable mar de agua dulce el ámbito del Espíritu y el mar salado y amargo el del alma y el cuerpo; y cuando Moisés declara: No cejaré hasta que alcance la confluencia de los dos mares, está formulando el voto inicial que debe hacer, implícita o explícitamente, todo místico para alcanzar el Centro perdido (...).

















Martin Lings (1909-2005)
fragmento de 'El Corazón'
en "¿Qué es el sufismo?"
trad. Alejandro Corniero
ed. Taurus (1981)

domingo, 14 de agosto de 2016

las muletas






Durante siete años no pude dar un paso.
Cuando fui al gran médico,
me preguntó: «¿Por qué llevas muletas?»
Y yo le dije: «Porque estoy tullido»

«No es extraño», me dijo.
«Prueba a caminar. Son esos trastos
los que te impiden andar.
¡Anda, atrévete, arrástrate a cuatro patas!»

Riendo como un monstruo,
me quitó mis hermosas muletas,
las rompió en mis espaldas y, sin dejar de reir,
las arrojó al fuego.

Ahora estoy curado. Ando.
Me curó una carcajada.
Tan sólo a veces, cuando veo palos,
camino algo peor por algunas horas.















Bertolt Brecht (1898-1956)
'Las muletas'
en "Poemas y canciones"
trad. Vicente Romano
versión Jesús López Pacheco
ed. Alianza (1989)

sábado, 13 de agosto de 2016

el color




   Viṣṇu aparece siempre de color negro o azul oscuro. Oscuro es el color del éter, la sustancia informe del universo espacial. Así pues, éste es el color del Inmanente.
   El negro es el color de la tendencia desintegradora, tamas, representada por Śiva, mientras que el color simbólico de la cohesión, sattva, representada por Viṣṇu, es el blanco. Entonces, ¿por qué, en sus imágenes, Śiva es blanco y Viṣṇu negro? La respuesta es que «las dos tendencias son mutuamente dependientes y constituyen el alma de la otra. Puesto que cada grado de la manifestación se invierte en relación con el precedente, toda manifestación exterior de Viṣṇu, cuya naturaleza es la pura tendencia cohesiva, de un blanco sin mácula, debe ser negra, y toda manifestación de Śiva, que remite a la oscuridad sin fondo, debe aparecer como blanca.» 
   Aunque Viṣṇu sea negro, sus encarnaciones aparecen de diferentes colores, según las edades del mundo y las virtudes predominantes en cada edad. «En la primera edad [la edad de oro, en la que predomina la tendencia cohesiva], Viṣṇu es blanco. En la segunda edad es rojo [como la tendencia orbitante]. En la tercera edad es amarillo [mezcla de rajas y tamas]. En la cuarta edad [la edad oscura] es negro». (...) 
   Los atributos y los servidores de Viṣṇu son de diversos colores.
   «El color del pájaro Verbo-alado (Garuḍa) es el del loto blanco. La maza es negra. La diosa Tierra es como la flor de la acacia. La Fortuna (Lakṣmī) es dorada. La caracola es del color de la luna llena. La joya es del color de la aurora. El disco es como el Sol. El mechón de cabello se asemeja al jazmín. La guirnalda es de cinco colores. La serpiente es del color de la nube. Las flechas son brillantes como el relámpago, así como los otros atributos no mencionados aquí.»











'El color oscuro'
de "Viṣṇu el inmanente" 
en "Dioses y Mitos de la India"
Alain Daniélou (1907-1994)
trad. Antonio Rodríguez
ed. Atalanta (2009)


viernes, 12 de agosto de 2016

primera materia (alchimia XIV)






   Considerando seriamente el sistema de este gran mundo, observo que se trata de una especie de encadenamiento que se expande de non gradu ad non gradum, de una cosa incomprensible a otra que no lo es menos, que está más allá de toda comprensión.
   Se trata de una especie de oscuridad horrible, inexpresable, que fue llamada por los antiguos tinieblas activas, cuyo efecto es naturalmente frío porque la oscuridad es el carácter de la frialdad, el temperamento, el cuerpo y la matriz del frío y de la muerte, y por el contrario, la luz es la fuente, el principio, la fuente del calor de la vida, es un fuego luminoso inaccesible que sobrepasa toda inteligencia. (...) Las sustancias medias, o lo que se encuentra entre dos extremidades, es lo que comúnmente se llama naturaleza; aquí está la escalera del gran Caldeo que lleva a Tártaro ad primum ignem desde la oscuridad inferior hasta el fuego supraceleste. Lo que ocupa el medio entre estas dos naturalezas es fortalecido por una especie de agua que constituye el esperma o primera materia del gran mundo y de la que ahora quiero haceros la siguiente descripción.
   Es una tierra extremadamente suave, húmeda, fluente y fluida, en una palabra, es una tierra de cera capaz de cualquier impresión; es la hija de la tierra y el agua, y los antiguos filósofos la definían como una masa animada poseedora, en cierto modo, de la naturaleza de la luna, la unión de los espíritus masculinos y femeninos, la quintaesencia de los cuatro, el ternario de dos y el binario de uno: tales son las generaciones físicas y metafísicas. Esta primera materia es en sí misma un mundo sin forma. No es ni un poder o potencia absoluta, ni un aire perfecto, sino tan sólo una sustancia virgen, dulce como Venus, la madre de los Amores, una semilla universal, la mezcla y la unión del cielo y de la tierra, unión de la que procede esta sustancia húmeda y espermática que es la madre de todas las cosas que hay en el mundo, y el fuego masculino sulfuroso de la tierra es su padre.  















Eugenio Filaleteo (1622-1666)
'De la primera materia' (fragmento)
en "El arte hermético al descubierto"
trad. Santiago Jubany i Closas
ed. Indigo (1997)

jueves, 11 de agosto de 2016

transformación





 

     (...) Después, su voz me llegó otra vez claramente al oído:  
   «Has venido a mí en un profundo sueño y yo te he despertado. En el salmo de David está escrito:
   »"Entonces me dije a mí mismo, ahora empiezo: La mano derecha del Señor es quien ha hecho esta transformación."
   »Cuando los hombres se levantan del lecho se imaginan que han alejado el sueño de sí y no saben que son víctimas de sus sentidos, convirtiéndose en presa de un nuevo sueño mucho más profundo que aquél del que acaban de salir. Sólo existe una única forma de vigilia y es a la que tú te acercas ahora. Háblales a los hombres de ello: te dirán que estás enfermo pues no pueden entenderte. Por eso es inútil y cruel decirles nada.
   »Van como un río...
   »Y están como dormidos.














Gustav Meyrink (1868-1932)
fragmento de 'Despierto'
en "El Golem"
trad. Celia y Alfonso Ungría
ed. Tusquets (1995)

miércoles, 10 de agosto de 2016

territorio







teru teru cuaja el aire con su grito

hay intruso entrando al territorio

alarmada bate alas la laguna




















Ricardo Messina
'territorio'
en "Tolva" (2006)

martes, 9 de agosto de 2016

del veneno





   ¿Qué si en el veneno no se esconde también un misterio de la naturaleza? (...) ¿Por qué ha de desecharse y despreciarse el veneno, cuando no se busca el tóxico, sino su fuerza curativa? (...) Quien desprecia el veneno no sabe lo que está oculto en él; porque el Arcanum contenido en el veneno está de tal modo bendecido que el veneno no puede ni quitarle ni hacerle nada.
   En todas las cosas hay también un veneno, y nada carece de él. Sólo de la dosis depende si un veneno es veneno o no... Separo lo que no pertenece al Arcanum de lo que actúa como Arcanum y le doy la dosis correcta... y entonces la fórmula es correcta... Lo que hace bien al hombre no es ningún veneno, sólo lo que no le sirve, lo que le daña, lo es. 
   Cuando se asigna a la estrella su medicamento, cuando se aplica caliente contra caliente y frío contra frío, se procede en el sentido del Arcanum. Porque en la Medicina no se puede proceder de otro modo que haciendo actuar esencia contra esencia, de forma que por así decirlo a cada una se le dé su hembra y a cada una su macho.
   Toda curación ha de venir de la fuerza del corazón; sólo a través de ella se pueden expulsar todas las enfermedades. Por eso, fijaos bien, es especialmente contradictorio actuar contra el corazón. Si el corazón quiere ahuyentar las enfermedades, ¿por qué queréis echárselas, cuando la fuerza de la curación ha de partir de él y ha de perseguir la enfermedad hasta el más escondido rincón?... Desde el corazón debe actuar toda medicina, y no hacia él. Parte del corazón y es puesta en funcionamiento por su propia fuerza.












Paracelso (1493-1541)
'De la fuerza curativa del veneno'
en "Textos esenciales"
trad. Carlos Fortea
ed. Siruela (2001)

lunes, 8 de agosto de 2016

domingo, 7 de agosto de 2016

los enviados







   Los enviados animales del Poder Invisible ya no sirven, como en los tiempos primitivos, para enseñar y guiar a la humanidad. Osos, leones, elefantes, íbices y gacelas están en jaulas en nuestros zoológicos. El hombre ya no es el recién llegado en un mundo de praderas y bosques inexplorados, y nuestros vecinos más cercanos ya no son las bestias salvajes sino otros seres humanos, compitiendo por bienes y espacio en un planeta que gira sin cesar alrededor de la bola de fuego de una estrella. Ni corporal ni mentalmente habitamos el mundo de esas razas cazadoras de los milenios paleolíticos, a cuyas vidas y estilos de vida les debemos, sin embargo, las formas mismas de nuestros cuerpos y las estructuras de nuestras mentes. Los recuerdos de sus enviados animales deben seguir dormidos, de algún modo, dentro de nosotros; pues se despiertan un poco y se agitan cuando nos aventuramos en terreno silvestre. Se despiertan aterrorizados cuando suena el trueno. Y vuelven a despertarse, con un sentimiento de reconocimiento, cuando entramos en cualquiera de esas grandes cuevas pintadas. Sea cual sea la oscuridad interior a la que descendieron en sus trances los chamanes de esas cavernas, la misma sombra debe habitar dentro de nosotros, y la visitamos de noche cuando dormimos.















Joseph Campbell (1904-1987)
en "El poder del mito"
trad. César Aira
ed. Emecé (1991) 

sábado, 6 de agosto de 2016

la nube









Labrando el campo:
La nube que nunca se movió
Ha desaparecido.








Hata utsu ya   ugokanu kumomo   nakunorinu
















Buson (1716-1784)
en "Haiku de las estaciones"
trad. Alberto Manzano - Tsutomu Takagi
ed. Visión/Teorema (1985)

viernes, 5 de agosto de 2016

vana











árboles orlados de trinos sencillos




aquí, donde toda imaginación resulta vana























Ricardo Messina
(inédito)

jueves, 4 de agosto de 2016

Gustavo Mahler







Atardezco
He dejado, hace tiempo
La hora del mediodía
Navego solo por los ríos
Cuyos cauces
Son dulces a mis ojos
y descienden
Suavemente 
Hacia la noche.





















Luis Hernández (1941-1977)
'Gustavo Mahler'
originalmente en
http://biblioteca.pucp.edu.pe/luis-hernandez/poe_vox.htm