domingo, 30 de mayo de 2021

enorme

 





El poder del espíritu es enorme dentro de su propio reino.












de "Las partículas elementales"

Michel Houllebecq

sábado, 29 de mayo de 2021

los dos extremos

 




   (...) Yo he sido expulsado una y otra vez del país de Lu. En el país Sung cortaron el árbol que me había cobijado. En Wei tuve que borrar mis huellas. En Shang de los Chou estuve en situación desesperada. Fui sitiado en los confines de Ch'en y Ts'ai. He sufrido tantas desgracias. (...) ¿Por qué todo esto? 

Sang Hu le contestó: ¿Sólo su merced no ha oído hablar cómo, cuando pereció el Estado de los Chia, Lin Hui se desprendió de jades que valían mil monedas y se escapó cargando sobre sus espaldas a su tierno hijo? Hubo quien le dijera que como riqueza el tierno niño valía bien poca cosa y en cambio para estorbo el de un niño era mucho. ¿Por qué, pues, se desprendió de los jades que valían mil monedas y huyó cargándose con el niño? Lin Hui contestó: A aquellos me unía el interés, a éste estoy vinculado por el Cielo. De aquello a que nos une solo el interés de la riqueza, nos desprendemos cuando arrecian las dificultades y las calamidades; en cambio con los que estamos vinculados por el Cielo nos juntamos más cuando arrecian las dificultades y las calamidades. Desprenderse y juntarse son los dos extremos más distantes. 








de "Chuang - tzu"

trad. Carmelo Elorduy

ed. Monte Avila (1984)


 

jueves, 27 de mayo de 2021

algo más concreto

 




"He aquí la historia. Es una historia de examen, de bachillerato, si les parece. Hay un candidato y un examinador. 

Hábleme, dice el examinador, de la batalla de Marengo.

El candidato se detiene un instante, con aire soñador –¿La batalla de Marengo...? ¡Muertos! Es horroroso... ¡Heridos! Qué espanto...

Pero, dice el examinador, ¿no podría decirme sobre esta batalla algo más concreto?

El candidato reflexiona un momento y luego responde –Un caballo levantado sobre las patas traseras, relinchando. 

El examinador, sorprendido, quiere sondearlo un poco más y le dice –Caballero, en este caso, ¿Quiere hablarme de la batalla de Fontenoy?

¿La batalla de Fontenoy?... ¡Muertos! Por todas partes... !Heridos! Muchísimos, un horror...

El examinador, interesado, dice –Pero oiga, ¿podría darme alguna indicación más concreta sobre esta batalla de Fontenay?

¡Eh!, dice el candidato, un caballo levantado sobre las patas traseras, relinchando. 

El examinador, para maniobrar, le pide al candidato que le hable de la batalla de Trafalgar. Éste responde –¡Muertos! Un montón de cadáveres... !Heridos! A centenares...

Pero en fin, señor, ¿no puede decirme nada más concreto sobre esta batalla?

Un caballo...

Usted perdone, he de advertirle que la batalla de Trafalgar es una batalla naval.

¡Eh! ¡Eh!, dice el candidato, ¡Atrás, caballo, atrás!"












– Referido a Jacques Lacan por Raymond Queneau

citado en "El Seminario 5 - Las Formaciones del Inconsciente"

Jacques Lacan

ed. Paidós


lunes, 24 de mayo de 2021

obedecen la voz

 






"Y Dios creó grandes ballenas."

Génesis



"Las ballenas en el mar / obedecen a la voz de Dios."

N. E. Primer








de 'Extractos'

en "Moby Dick o La Ballena Blanca"

Herman Melville

trad. Enrique Pezzoni

ed. Sudamericana (1970)


domingo, 23 de mayo de 2021

necesidad del sueño

 



Quizá se origina ahora la necesidad del sueño por la desproporción entre los sentidos y el resto del cuerpo.  El sueño tiene que reparar las consecuencias de una excitación excesiva de los sentidos en beneficio del resto del cuerpo. El sueño lo conocen sólo los habitantes del planeta. Un día el hombre dormirá continuamente al tiempo que vela. La mayor parte de nuestro cuerpo, de nuestra humanidad misma, duerme aún un sueño profundo. 










de 'Gérmenes o Fragmentos'

Novalis

trad. J. Gebser

ed. Renacimiento (2006)

viernes, 21 de mayo de 2021

como todo el mundo

 





MADRE UBÚ:

Olvida como yo esas pequeñas miserias. ¿Pero de qué viviremos si ya no quieres ser ni Maestro de las Finanzas ni rey?


PADRE UBÚ:

¡Del trabajo de nuestras manos, Madre Ubú!


MADRE UBÚ:

¿Cómo, Padre Ubú, quieres acogotar a los transeúntes?


PADRE UBÚ:

¡Oh, no! ¡podrían devolverme los golpes! Quiero ser bueno con los transeúntes, ser útil a los transeúntes, trabajar para los transeúntes, Madre Ubú. Ya que estamos en el país donde la libertad es igual a la fraternidad, lo cual sólo es comparable a la igualdad de la legalidad, y puesto que no soy capaz de proceder como todo el mundo y que me es igual ser igual a todo el mundo, ya que seré yo quien terminará por matar a todo el mundo, ¡voy a hacerme esclavo, Madre Ubú!


MADRE UBÚ:

¡Esclavo!, pero eres demasiado pesado, Padre Ubú.









de 'Ubú encadenado' (fragmento)

en "Ubú cornudo, Ubú encadenado"

Alfred Jarry

trad. Juana Bignozzi y Juan Esteban Fassio

ed. Brújula (1968)

 

miércoles, 19 de mayo de 2021

agua

 






Una gota de lluvia cayó en mi mano,

venida del Ganges y del Nilo,


de la escarcha del séptimo cielo en los bigotes de una foca,

del agua de los cántaros rotos en las ciudades de Ys y Tiro.


En mi dedo índice

el mar Caspio es un mar abierto,


y el Pacífico desemboca dócilmente en el Rudawa,

el mismo que revoloteaba sobre París como una nube


en el año setecientos sesenta y cuatro,

el día siete de mayo a las tres de la madrugada.


Faltan labios para pronunciar 

tus nombres fugitivos, agua.


Tendría que nombrarte en todas las lenguas

pronunciando todas las vocales al mismo tiempo

y tendría que callar al mismo tiempo, por el lago

que esperó en vano cualquier nombre


y que no existe en la tierra, como no existe en el cielo

la estrella reflejada en él. 

Alguien se ahogó, alguien te llamó mientras moría.

Fue hace mucho tiempo y fue ayer. 


Apagabas casas, arrancabas casas

como si fueran árboles, bosques como ciudades. 


Estuviste en las pilas bautismales y en los baños de las cortesanas.

En los besos, en las mortajas.


Royendo piedras, nutriendo arco iris.

En el sudor y en el rocío de las pirámides, de las lilas.


Qué ligereza en una gota de lluvia.

Qué delicadamente me toca el mundo. 


Lo que, cuandoquiera, dondequiera, haya pasado

está escrito sobre el agua de Babel. 









'agua'

en "Poesía no completa"

Wisława Szymborska

trad. Gerardo Beltrán y Abel A. Murcia

ed. Fondo de Cultura Económica (2021)






lunes, 17 de mayo de 2021

ambos lo ignoran

 



   (...) El fuerte no es nunca absolutamente fuerte, ni el débil absolutamente débil, pero ambos lo ignoran. No se creen de la misma especie; ni el débil se considera semejante al fuerte, ni es considerado como tal. Quien posee la fuerza camina por un medio que no ofrece resistencia, sin que nada, en la materia humana que le rodea, suscite entre el impulso y el acto ese breve intervalo en que se aloja el pensamiento. Donde el pensamiento no tiene lugar, no hay justicia ni prudencia. Por eso mismo esos hombres armados actúan con dureza y alocadamente. (...)

   Así es como perecen aquéllos a quienes la suerte les presta la fuerza por contar demasiado con ella.

   Es imposible que no perezcan, pues no consideran la limitación de su propia fuerza ni sus relaciones con los otros como un equilibrio entre fuerzas desiguales. Los otros hombres no imponen a sus movimientos esa pausa de la que surge la consideración de los semejantes; concluyen de ello que el destino les ha dado todos los derechos, y ninguno a sus inferiores. Desde ese momento, van más allá de las fuerzas de que disponen. Van inevitablemente más allá, ignorando su limitación. Quedan entonces entregados al azar sin recursos, y las cosas ya no les obedecen. 








de 'La Ilíada o el poema de la fuerza' (fragmento)

en "La fuente griega"

Simone Weil

trad. José Luis Escartín y María Teresa Escartín 

ed. Trotta (2005)


sábado, 15 de mayo de 2021

tales argucias

 





   ULISES.– (...) Bien sé que a tu naturaleza no le es natural manifestar ni tramar tales argucias. Sin embargo, dado que es claro que es cosa dulce hacerse uno con el tesoro de la victoria ¡consiente en ello! En otra ocasión nos mostraremos honrados. Pero ahora date, te lo pido por favor, al descaro durante un breve momento del día, y luego por el resto de tu vida goza del placer de ser llamado el más piadoso de todos los hombres. 











de 'Filoctetes' (fragmento)

en "Tragedias completas"

Sófocles

trad. José Vara Donado

ed. Cátedra (1998)

jueves, 13 de mayo de 2021

sencillas son

 




Se sabe que la vejez, que a menudo olvida una parte sustancial de la vida transcurrida, recuerda la infancia con una claridad cada vez mayor. Y, dado que se ha dicho que solo a través de la infancia se accede al reino de los cielos, parece justo desprenderse de cualquier otro bien a cambio de esa sola posesión. Una posesión que tal vez se alcanzará con la muerte. 

   El viejo más disperso se reviste del secreto de un augur cuando comienza a narrar su niñez. La vida ralentizará su ritmo a su alrededor, extraños silencios lo envolverán y ni el niño más inquieto podrá resistírsele. Parecerá dotado, en esos instantes, de poder augural. De hecho, le está señalando al niño una meta: no ya su propio pasado, sino su futuro, el futuro de su memoria de adulto. Ni el uno ni el otro lo saben, si no es por la cualidad numinosa de las palabras, que envuelve tanto al uno como al otro en la misma fascinación. Qué sencillas son esas palabras. 







de 'In medio coeli' (fragmento)

en "Los imperdonables"

Cristina Campo

trad. María Ángeles Cabré

ed. Siruela (2020)


martes, 11 de mayo de 2021

de manera tranquila

 




   Despacio nos llevan los pies de vuelta al monasterio. Muy cerca de nosotros gruñen perros grandes. En el balcón que hay sobre la puerta se apoya una figura. Otro, un sirviente, sale a un lado de los arbustos, donde gruñen los perros. «¡Athanasios! –le llama el monje desde el balcón–. ¡Athanasios!» Lo dice más que lo grita, ordenando tranquilo y suave. «¿Athanasios, quién anda por ahí?» «Son los viajeros que pasean.» «Está bien. Ten cuidado con los perros.» Las palabras son pocas. El diálogo es pequeño entre el sacerdote y el sirviente. Pero el tono era de la época de los patriarcas. Son pocos los elementos que lo componen. Un perdurar intacto de la soberanía sacerdotal, un tono suave de poder indiscutido, hospitalidad ejercida de manera tranquila y natural, la casa, el santuario, guardados por muchos perros. Y sin embargo, esa insignificancia, esas pocas palabras intercambiadas en la noche, eso contiene un ritmo que viene de la eternidad. Esa fuerza vital se remonta a una época a donde no llegan los olivos. Homero no ha nacido todavía, y tales palabras pronunciadas en ese tono, van entre el sacerdote y el criado de boca en boca. Aunque cayese de una estrella lejana sólo una forma insignificante pero viva, la parte de una flor, una brizna de la corteza de un árbol, sería, a pesar de todo, un mensaje que nos haría estremecer. Así sonó aquél diálogo. Hora, atmósfera y lugar lo hacen todo. 








de 'Momentos en Grecia –El convento de San Lucas–' (fragmento)

en "Carta de Lord Chandos y otros textos en prosa"

Hugo von Hofmannsthal

trad. Antón Dieterich

ed. Alba (2001)


domingo, 9 de mayo de 2021

que se pueda dar

 




WAKI:   Subo a los pinares de Mio y al contemplar el paisaje de la playa caen flores desde el cielo, se oye música y se llena todo el ambiente de una exquisita fragancia. Mientras pienso que esto es una cosa extraordinaria, veo aquí en este pino colgada una hermosa vestidura. (Se dirige al árbol.) Al verla de cerca,  noto que el colorido y su fragancia son exquisitos y que no es una ropa corriente. (Se acerca al árbol.) De todos modos, la cojo y regreso a casa para enseñarla a los ancianos y guardarla como un tesoro. (Toma la ropa y va hacia Wakiza. La dama celestial sale, dirigiéndose al Waki.)

SHITE:   Oídme, esa ropa es mía. ¿Por qué la cogéis?

WAKI (hacia el Shite):   Esta ropa la he encontrado y por eso me la llevo a casa.

SHITE (caminando despacio):   Ésa es ropa de dama celestial, que no es cosa que se pueda dar fácilmente a los seres humanos. Dejadla donde estaba.

WAKI:   Si sois vos la dueña de esa ropa, ¿no sois una dama celestial? Si es así, debemos conservarla en este mundo como cosa milagrosa y hacerla tesoro del país. No puedo devolveros la ropa.

SHITE:   ¡Qué cosa más triste! Sin esa túnica de plumas, no hay manera de que pueda volar y no podré regresar al mundo celestial. Por favor, devolvédmela.








de 'HAGOMORO' -La túnica de plumas- (fragmento)

en "Fushikaden - Tratado sobre la práctica del teatro Nō y cuatro dramas Nō"

Zeami

trad. Javier Rubiera e Hidehito Higashitani 

ed. Trotta (1999)

viernes, 7 de mayo de 2021

brotaban como espigas

 




   Y ya por la tierra toda brotaban como espigas los terrígenas. Se erizó en torno suyo de pesados escudos, lanzas dobles y yelmos resplandecientes el recinto de Ares, devastador de mortales. Llegaba el brillo refulgente desde abajo hasta el Olimpo, a través del aire. 








'Escolio L a Apolonio de Rodas III'

Eumelo de Corinto

en "Fragmentos de Épica Griega Arcaica"

trad. Alberto Bernabé Pajares

ed. Gredos (1979) 

miércoles, 5 de mayo de 2021

capaz de mutación

 



   Aquello que es susceptible de una especie de vínculo puede, sin dificultad, ser transferido a su contrario; por lo demás, el vinculante es también capaz de mutación. Y no altera esto el hecho de que la mutación en cuestión exista realmente o en la opinión. 

   En la relación con una persona a la cual me ligaba el respeto intelectual ha emergido una relación de desprecio y rechazo una vez profundizado el conocimiento y desaparecida, con aquel, la estima. Y los vínculos que provienen de la visión de la edad ardiente y de la belleza, se aflojan y se hacen pedazos con el tiempo, cuando no son reforzados por vínculos de comportamiento y por el ingenio. 







de 'XXII. La mutación de los vinculables.'

en "De la magia - De los vínculos en general'

Giordano Bruno

trad. Ezequiel Gatto

ed. Cactus (2014)


lunes, 3 de mayo de 2021

como una sal

 



   Las lenguas sagradas, y todas las palabras operantes –aunque se den en fragmentos o incluso en frases autónomas sin conexión aparente– de algún lenguaje sagrado, diluido, tal vez, como una sal en la inconsciencia del genio creador, son al par, indisolublemente, número y palabra; silencio y sonido, decir y callar, tiempo y aun luz. Una palabra increada, por el humano hacer, perteneciente no a las pragmata, sino a las onta, no a las cosas del hacer sino a las del ser. 









de 'Logos, números, elementos' (fragmento)

en "La razón en la sombra - Antología crítica"

María Zambrano

ed. Siruela (2004)