En el tiempo de Karai Ru Ete, el Señor del Fuego Sagrado, el gran desafío fue el Descubrimiento de la Noche, que generó otros tantos, pues de ella, cuando se mira desde un determinado punto, parece que el Hombre-Luna y la Mujer-Sol están separados. Y de ese punto nacieron tres espíritus: el Espíritu del Sueño, el Espíritu del Ensueño y el Espíritu de la Ilusión.
En el tiempo de Tupã, el Señor de los Truenos y Tempestades, Comandante de las Siete Aguas, el gran desafío fue el Poder. Su bendición colocada en la oreja izquierda se llama arandukua (inteligencia), y en la oreja derecha, mbaekua (sabiduría). En la cabeza humana hizo su pintura, llamada pensamiento, que no es otra cosa que sus rayos y truenos sagrados en acción, cuyo cuerpo son las aguas de las emociones y de los deseos que se mueven para el Crear y el Destruir.
Kaká Wera Jecupé
de 'A terra dos mil povos' (fragmento)
transcriptos por Ademir Assunção.
trad. Reynaldo Jimenez
en Tse≈Tse 9/10 (2001)